Adoptar y crear nuevas prácticas, concepciones y realidades es clave para la transformación social. En esta última línea estratégica se acompaña a los niños, niñas y adolescentes para que se reconozcan a sí mismos como sujetos de derecho e inicien un proceso para la construcción de relaciones democráticas, a través del reconocimiento y significado alrededor de ser mujer y hombre, contribuyendo a la equidad e igualdad de género para garantizar y exigir sus derechos, y desarrollar en ellos y ellas capacidades socioemocionales para relacionarse en sus entornos, con sus familias, la comunidad, la escuela y grupos de pares. Finalmente, se promueve en ellos y ellas capacidades para su autocuidado, autoprotección y denuncia en contextos en caso de violencias.