A nivel global, millones de niños y niñas son víctimas de violencia y se ven separados de sus familias debido a diversas circunstancias como violencia doméstica, violencia sexual, conflictos armados, castigo físico y tratos crueles y humillantes, negligencia, trata de personas, y crisis humanitarias, entre otras. Estas violaciones y separaciones familiares pueden tener consecuencias devastadoras en el desarrollo emocional, psicológico y físico de los niños, además de vulnerar sus derechos fundamentales.
A pesar de los esfuerzos internacionales, persisten importantes desafíos en la implementación de programas de prevención efectivos que protejan a los niños y a sus familias. Un intercambio de conocimiento a nivel internacional puede proporcionar ideas clave para resolver este problema. Compartir experiencias y mejores prácticas entre países permite identificar estrategias exitosas y su adaptación a diferentes contextos, fortaleciendo así los sistemas de protección infantil a nivel nacional y mundial. La colaboración global puede facilitar el desarrollo de soluciones innovadoras y sostenibles que garanticen un entorno seguro y protector para todos los niños.