Se cumplen tres años de la Ley que prohíbe el castigo físico contra la niñez en Colombia
junio 26 2024

Se cumplen tres años de la Ley que prohíbe el castigo físico contra la niñez en Colombia

En el 2021, se aprobó en Colombia la Ley 2089, que prohíbe el castigo físico, los tratos crueles, humillantes y degradantes contra los niños, niñas y adolescentes. Al cumplirse tres años de la aprobación de esta Ley, conversamos con Julián Peinado Ramírez, miembro de la Cámara de Representantes y uno de los primeros congresistas en apoyarla, para conocer los avances y retos en la implementación de la misma.

¿Por qué se crea la Ley contra el castigo físico?

En el 2015 Colombia presentó el Informe Alterno ante el Comité de los Derechos del Niño y este organismo le recomendó al país eliminar un artículo del Código Civil que permitía el castigo contra los niños, niñas y adolescentes. La Corte Constitucional se pronunció afirmando que ese artículo no debería existir en la legislación, pero esta entidad no tenía la facultad de derogarlo. Entonces Aldeas Infantiles SOS presentó un proyecto de Ley de carácter pedagógico para eliminar el castigo físico contra la niñez y la adolescencia.

La Ley 2089 contra el castigo físico, los tratos crueles, humillantes y degradantes contra niños, niñas y adolescentes, fue expedida en mayo de 2021, esta Ley se centra en enseñarle a los padres y cuidadores métodos alternativos de crianza, sin golpes ni castigos, a partir del diálogo y los derechos humanos, para priorizar el cuidado y protección de los niños, niñas y adolescentes.

Los primeros congresistas en apoyar esta Ley fueron Harry González del partido Liberal y el Representante a la Cámara Julián Peinado, también hubo aportes del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar - ICBF, el Ministerio del Interior y de Educación, la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría que se pronunciaron favorablemente antes de la firma de la Ley. Desde entonces, ha habido audiencias públicas de seguimiento a la implementación de esta Ley en las que Aldeas Infantiles SOS participa junto con la Alianza por la Niñez colombiana.

La Ley tiene cinco artículos y en el quinto se le pide al Estado colombiano crear una Estrategia Pedagógica Nacional de prevención del castigo físico, que se implemente en todos los territorios en un plazo de seis meses. Sin embargo, los avances en el desarrollo de esta Estrategia han sido insuficientes. A continuación, Julián Peinado hace un análisis y expone la importancia de cambiar las normas culturales en beneficio de las futuras generaciones.

Análisis del Representante a la Cámara, Julián Peinado:

"Lo que la ley intenta lograr es un shock cultural, para que los colombianos entiendan que esto no es aceptable y que este tipo de acciones dañan a sus hijos. Este comportamiento siempre se ha entendido como normal, positivo. Al colocarlo en la agenda pública del país, ha generado una comprensión, un entendimiento por parte de la ciudadanía, de que está prohibido. Que no es bueno y que no tiene consecuencias positivas para el niño.

El objetivo no es criminalizar; esto no es un ejercicio punitivo sino de apoyo. Lo que buscamos es difundir las herramientas de crianza positiva o respetuosa. Es mejor tener otra forma de relacionarse con el niño sin recurrir a la violencia. Logramos que organizaciones civiles, pero también organizaciones religiosas, maestros, profesionales y los propios psicólogos comprendan que el castigo genera efectos emocionales en el desarrollo del niño, así como efectos físicos en el desarrollo cerebral.

Está científicamente comprobado que el castigo físico daña al niño a largo plazo. La persona que golpea está enseñando violencia y esta violencia es transgeneracional.

La Ley es un hito que considero fundamental. Por lo general, actuamos en nombre de los niños, pero no los escuchamos. Una de las primeras directrices estratégicas es que el niño debe participar en su propia regulación. Lo que dice la Ley es: ven, siéntate, escucha a los niños. ¿Qué están viviendo en esta situación? ¿Qué creen que son las soluciones para evitar que vuelva a ocurrir? ¿Cómo hacemos que sus padres comprendan que estos comportamientos no benefician al niño?

En Colombia, tenemos una larga historia de negociaciones de paz debido a problemas entre guerrilleros y paramilitares. Creemos que una de las formas de cortar la violencia transgeneracional que ha sufrido nuestra población es precisamente desnormalizar lo que hemos normalizado. La Ley es un instrumento poderoso en términos de disuasión, pero también puede hacer mucho más a largo plazo, en términos de pedagogía. Creemos que la sociedad aprenderá a resolver sus conflictos de una manera más humana y solidaria y que entenderá a los niños como sujetos de derechos. Eso debe darse en un entorno protector que nos convierta a todos en protectores de la niñez.

Creo que esta es la transición hacia la que nos movemos con la implementación de esta estrategia. La promulgación de la Ley 2089 no solo permitió llamar la atención del público sobre el estallido de violencia en las familias colombianas, sino que también nos permitió consagrar en la agenda de desarrollo un derecho fundamental, el derecho a un buen trato, que no estaba tan claro en la legislación colombiana.

Esto es fundamental de ahora en adelante. Los efectos serán poblaciones emocionalmente mucho más saludables y familias más fuertes en el futuro, que tienen las herramientas para eliminar la violencia del hogar, de la conversación, del salón de clases, de la cocina”.

Cuando las sociedades mejoran las formas en que interactúan con los niños, obtienen una inversión no solo en su capital humano sino también en su situación económica, porque tendrán ciudades más saludables, estables y productivas. Julián Peinado, Representante a la Cámara.

 

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