Angie, Fabián, Tania y Neyder: jóvenes que vivieron una experiencia llena de sabores y sueño
#Historias – julio 3 2024

Angie, Fabián, Tania y Neyder: jóvenes que vivieron una experiencia llena de sabores y sueños

En una mesa hay tres platos que emanan olores únicos y deliciosos, una sopa de tomate aderezada con albaca, pan horneado y un plato que emana una fragancia de limón. También, hay un par de cubiertos, servilletas cuidadosamente colocadas, los olores y la sutileza que dan satisfacción a los comensales. Las personas que hacen posible que una mesa como esta tenga estos alimentos servidos en un restaurante, son todas aquellas que con sus manos cortan y aderezan los ingredientes en la cocina; quienes sirven y ponen todo su empeño en la disposición de los platos y, finalmente, quienes llevan a la mesa con diligencia y servicio la comida, todo esto para crear una experiencia única que se comparte en familia. 

Hoy te contaremos la historia de cuatro jóvenes que con sueños e ilusiones hicieron parte de una experiencia pedagógica para iniciar su carrera profesional en el mundo de la gastronomía con los mejores del sector. El propósito fue impulsar los proyectos de vida de quienes recibieron las formaciones producto de la alianza entre Aldeas Infantiles SOS en Colombia y Fundación Gastronomía Social sede Bogotá. Te invitamos a conocer a Angie, Fabian, Tania y Neyder, protagonistas de esta maravillosa experiencia llena de sabor y muchas ganas de brillar.

¿Quiénes son las organizaciones que impulsan esta iniciativa?

Fundación Gastronomía Social:

La Fundación Gastronomía Social llega nace en el 2019 en Chile y en el 2023 llegó a Colombia, su objetivo es promover la inclusión social, la educación, la seguridad alimentaria, el respeto al medio ambiente, y el patrimonio gastronómico. Su misión se realiza a través de programas de acción social que se enfocan en beneficiar, e impulsar, sistemas colaborativos.

Aldeas Infantiles SOS en Colombia:

Es la organización internacional más grande de atención directa a niños y niñas, presente en 138 países y territorios. Está presente en Colombia hace más de 50 años y desde entonces su trabajo se ha centrado en ofrecer un modelo basado en la familia, para acoger a miles de niños, adolescentes y jóvenes que han sido separados de sus familias de origen. También acompaña las familias en riesgo social para fortalecer sus capacidades de cuidado y crianza.

Una poderosa alianza: Aldeas Infantiles SOS Colombia y Fundación Gastronomía Social

La alianza que realizó Aldeas Infantiles SOS en Colombia con la Fundación Gastronomía Social permitió que diez jóvenes de 18 a 22 años hicieran parte de un proceso de formación en servicio. Dichos conocimientos fueron practicados en escenarios de alto nivel, fortaleciendo sus actitudes y aptitudes para ser un buen anfitrión y servir con excelencia, igualmente, tuvieron la oportunidad de experimentar una inmersión en escenarios laborales, que les permitieron tanto fortalecer su autonomía e independenciay conocer más sobre sus proyectos de vida.

Conoce más sobre las alianzas estratégicas que impulsa Aldeas Infantiles SOS en Colombia

La formación la recibieron diez jóvenes participantes de Aldeas Infantiles SOS en Colombia, cinco de ellos hacen parte del servicio de acogimiento familiar y cinco del servicio de fortalecimiento familiar y en este proceso que se dio de manera presencial, virtual y con una etapa de prácticas lograron no solo adquirir un proceso de formación integral sino avanzar con su proceso de empleabilidad.

La apuesta metodológica que combina el componente de formación con uno de empleabilidad, busca propiciar la vinculación laboral de las y los participantes. De ahí que, para quienes culminaron su proceso formativo y se graduaron, dicha vinculación fue un hecho, ya que esta experiencia les abrió oportunidades laborales en empresas de gastronomía de Bogotá, como Harry Sasson.

Las voces de los jóvenes participantes

Angie: el aprendizaje con el apoyo de las personas mayores

Angie es participante del programa de fortalecimiento familiar en Bogotá , esta experiencia le brindó herramientas para usar en el mundo laboral y aunque, tal como lo indica,  ya ha tenido varios trabajos previamente, esta es la primera vez que se acerca a un trabajo en el mundo gastronómico y a un rol de servicio.   “Fue algo desafiante, me daba al principio nervios el enfrentarme a algo así. Hice mis prácticas en Harry Sasson, pero fue muy bonito, porque pude ayudar muchísimo, pude ser de utilidad”, expresó.

El aprendizaje para Angie se convirtió en la posibilidad de  trabajar en el restaurante Harry Sasson y en el impulso para ella y su familia.  “Yo que soy mamá, es fundamental el hecho de tener una estabilidad económica para brindarle a mis hijos [lo que necesitan]. Además, esta experiencia que nos dio la Fundación Gastronomía Social, con su aliado el restaurante Harry Sasson, nos dio la oportunidad de aprender desde cero, y de vincularnos laboralmente a un campo en el que yo, por ejemplo, no tenía experiencia”, compartió.

Al iniciar la experiencia Angie tomó como referencia a las personas que trabajaban allí, mirando cómo realizaban el trabajo y analizando qué elementos le servirían para llevar de forma adecuada sus prácticas: “ Hay un montón de cosas para hacer, ¡en un día tuvimos 600 reservaciones!, todo el día estuvimos moviendo, es bonito cuando sientes que eres útil, cuando hay más cosas que hacer, a mí me encantó”.

Uno de los momentos que Angie evoca de esta experiencia tiene que ver con Aldo, quien lleva trabajando diez años en Harry Sasson, ella nos contó que conocerlo le aportó mucho, aprendió de su experiencia y resaltó que “hay que aprovechar la sabiduría de las personas ya mayores, digamos que somos jóvenes, tenemos maneras distintas de ver las cosas, pero no menospreciemos la sabiduría y la experiencia que tienen las personas mayores, es un consejo que podemos aplicar en nuestro día a día”.

Desafiarse continuamente y aprender a perder el miedo a equivocarse, son las dos grandes lecciones que resumen la experiencia de Angie.  “Hay que hacer las cosas, aunque se tenga miedo, se puede pensar que es difícil, pero no es imposible, y es que los límites se los pone uno mismo, porque dependiendo de la meta o donde quieras llegar así mismo tendrás que esforzarte. No va hacer imposible si tú te esfuerzas, y [debes] aprender a no tener miedo a equivocarse, porque de los errores se aprende”.

¿Qué ha significado Aldeas Infantiles SOS en Colombia para Angie?

Para Angie, Aldeas Infantiles es una red de apoyo que la escucha y orienta en momentos difíciles y resalta el respaldo que ha sentido desde el servicio de fortalecimiento familiar: “me han brindado herramientas, si bien no hay un manual escrito para ser la mejor madre o el mejor padre, pero ellos nos dan herramientas para poder hacerlo de la mejor manera posible”.

Angie hace parte del programa de Fortalecimiento Familiar de Aldeas Infantiles SOS en Colombia, a través del cual se brinda apoyo a las familias para fortalecer sus habilidades de cuidado y crianza, y fomentar entornos protectores en los que niñas y niños crezcan protegidos. A través de este servicio la organización apuesta por la prevención de la separación familiar y resalta la importancia de brindar protección y servicios enfocados en la garantía de los derechos de las familias.

Además, la participación en esta iniciativa hace parte de trabajo que realiza Aldeas Infantiles SOS en Colombia de empoderar a la juventud, al ampliar las oportunidades que favorezcan sus proyectos de vida, aquello junto con el desarrollo de habilidades que les permitan la consecución de su primer empleo, o llevar a cabo emprendimientos, ya que lo anterior les permitirá un camino hacia una mayor autonomía e independencia.

Fabián: una experiencia que le enseñó sobre el servicio

Fabián, es un joven de 18 años, participante del programa de acogimiento familiar en Bogotá, él también realizó sus prácticas en el restaurante Harry Sasson, y en su experiencia resalta que las jornadas requirieron de responsabilidad y compromiso. Él aún está estudiando, y tiene muchos proyectos a futuro: “esta experiencia fue chévere porque es trabajo de servicio, me acercó a este tipo de trabajo y me aportará por si me decido por la carrera de gastronomía, porque también tengo en mente estudiar programación”.

La formación realizada fue valiosa para Fabián porque sintió fortalecida las habilidades para relacionarse con otras personas, “fui más abierto a conocer personas, fui más autónomo en esa parte y estaba ayudando constantemente, me pude expresar bien con los clientes, pude ser yo mismo sin tener miedo a la gente”, agrega.

Una experiencia única que le enseñó el valor del servicio: así resume Fabián su paso por esta experiencia. Para él el mayor reto fue el manejo de las bandejas, pues implicaba manejar sus miedos y confiar en sus capacidades: “me daba miedo, me tocó un mesero que se llama William, él es un instructor y me explicó la posición para coger la bandeja bien,  para evitar romper copas, o algún plato. Ese era mi temor, pero ensayé y eso me ayudó bastante”.

El trabajo, la perseverancia y el compromiso impulsaron a este joven a superar los obstáculos y finalizar este proceso formativo que le deja lecciones para la vida, porque tal como lo menciona Fabián: “si bien en la vida siempre habrá dificultades, hay que asumirlas y superarlas para salir adelante, y aprovechar todas las oportunidades que se tienen”.

¿Qué ha significado Aldeas Infantiles SOS en Colombia para Fabián?

Para Fabián Aldeas Infantiles ha sido una segunda familia.  “Yo que he estado en Aldeas por quince años y ha sido una experiencia muy bonita, atesoro las oportunidades que me han dado y me siguen dando. Valoro el entorno que me brindan y lo estoy aprovechando al máximo hasta que termine mi carrera e independizarme con la cara en alto”, expresa.

Fabián es uno de los participantes del servicio de Acogimiento Familiar de Aldeas Infantiles SOS en Colombia, en el que se ofrece un modelo de acogimiento basado en la familia, para darle calor de hogar a niñas, niños, adolescentes y jóvenes que han sido separados temporal o definitivamente de sus familias, esto para garantizar sus derechos.

La participación de jóvenes como Fabián en estas iniciativas evidencia el enfoque diferencial y de acompañamiento a los proyectos de vida de los participantes de los programas de acogimiento familiar, dicho enfoque corresponde a una mirada particularizada tanto de la historia de vida como de su trayectoria, con el objetivo de potenciar sus habilidades y destrezas.

Tania: el aprendizaje a través de los cambios de perspectiva

Tanía es una joven participante del programa de fortalecimiento familiar en Bogotá, para ella esta experiencia le permitió tener un cambio de perspectiva y reafirmar su proyecto de vida: “el aprender y conocer sobre muchas cosas de la gastronomía, de los vinos, por ejemplo, fue una experiencia maravillosa, que impactó en la manera en que veo las cosas y también en mi ánimo, a raíz de esta formación quiero seguir en el mundo de la gastronomía”.

Además de los asuntos técnicos de la gastronomía, esta vivencia le ayudó a perder el miedo a interactuar con las personas y fortalecer habilidades para la vida . A otros jóvenes que viven alguna situación similar a la suya, Tania les dice: “hay llevar las cosas con calma, respirar, tomarse un momento para no dejarse agobiar”, para ella siempre hay una solución, solo se debe pensar qué hacer. 

En la vida de Tania Aldeas Infantiles se ha presentado como la oportunidad de abrir puertas, y reconoce que gracias a ello ha alcanzado muchas metas, en sus palabras: “por eso estoy donde estoy”.

La experiencia de Tania, al igual que la de participantes tanto de los servicios de fortalecimiento familiar y acogimiento familiar, es posible a través de alianzas estratégicas con organizaciones, instituciones y empresas. Estas alianzas se realizan a través de modalidades como campañas de donación, de donación en especie, así como de proyectos de responsabilidad social corporativa, voluntariados empresariales, entre otras acciones con las cuales se impulsa el desarrollo de niñas, niños, adolescentes, jóvenes y familias participantes.

Neyder: un futuro lleno de la magia y el sabor de la gastronomía

Neyder es un joven de 19 años participante del programa de acogimiento familiar en Bogotá, para él esta experiencia fue uno de los pasos que le llevarán a cumplir uno de sus proyectos de vida más grande: estudiar gastronomía. Resalta que en esta vivencia pudo conocer personas, aprender sobre la atención y el servicio, Neyder nos cuenta que “esto es un inicio, porque paso por paso uno va iniciando”.

La gastronomía es una pasión para este joven que disfruta de aprender sobre el mundo a través de la cocina. Para él esta fue una gran oportunidad. Neyder se describe a sí mismo como una persona abierta y con una gran habilidad de comunicación; sin embargo, relata que: “me fue bien en el restaurante, tal vez el mayor reto fue que estuve apenado el primer día, el primer día fui muy callado, después estuve muy animado, muy divertido”.

 El consejo que Neyder les da a las y los jóvenes es “que pierdan cualquier miedo a la vida, porque eso les permitirá vivir experiencias muy lindas, entonces que las aproveche al máximo”.

¿Qué ha significado Aldeas Infantiles SOS en Colombia para Fabián?

Neyder finaliza explicándonos que Aldeas Infantiles ha sido para él: un gran cambio y una oportunidad para sentirme como en una familia, el apoyo que me brindan y las oportunidades las quiero disfrutar al máximo”.

Y es que Neyder ha participado de la modalidad de Acogimiento Familiar llamada Comunidad juvenil, en la que a través de un entorno familiar comparte su vida con participantes de su misma edad, y cuenta con el apoyo de referentes afectivos que le acompañan en su proceso hacia la autonomía y la independencia.

 

Aldeas Infantiles SOS es una ONG con presencia global. En Colombia trabaja en varias regiones del país donde brinda apoyo e impulsa los proyectos de vida en niñas, niños, adolescentes y jóvenes; así mismo fortalece las capacidades de cuidado, protección y crianza de familias en situaciones de vulnerabilidad.

 

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