apoyo escolar
enero 25 2024

Lo que debes conocer del apoyo escolar según la etapa de desarrollo 

¿Cómo brindar apoyo escolar durante los 5 a 11 años? 

Esta etapa se caracteriza por una dependencia parcial, donde requieren niñas y niños seguridad, estimulación, así como un ambiente de confianza y diálogo, que les permita desarrollar una autonomía social y ambiental que irá en aumento. Igualmente, durante este período se consolida el espacio de aprendizaje de actitudes, habilidades y valores universales que les permiten afrontar las dificultades y retos de la escolaridad: el amor al esfuerzo y la perseverancia, lo que fomenta la capacidad de afrontar situaciones adversas.  

5 y 6 años: el inicio de la autonomía 

La etapa que transcurre de los 5 a los 6 años se caracteriza por: 

  • La necesidad de tener algún grado de control sobre sus vidas, por lo que empiezan a ordenar las experiencias.  

  • La búsqueda por comprender las emociones y la manera en cómo funcionan en el mundo real. En este proceso, el apoyo, las retroalimentaciones y la aprobación de los padres, madres, y cuidadores y cuidadoras juegan un papel fundamental. 

  • Requerir más espacios de autonomía, ya que desean hacer cada vez más cosas de manera independiente 

El acompañamiento que reciban en esta etapa será fuente para construir sus valores, asimilar las normas y los criterios morales.  En este proceso de desarrollo emocional y moral es fundamental el afecto, la seguridad y la confianza que les brinden las personas que los cuidan y acompañan. 

 En el repertorio de conductas espontáneas de niños y niñas, es muy probable encontrar situaciones que cautiven su atención, que les interesen, que les propongan retos y que fortalezcan la relación con los adultos.  

Entender el desarrollo emocional y mental y el punto de vista de los niños y niñas, es clave para hacer un efectivo acompañamiento.  En la interacción diaria son múltiples las posibilidades que como adultos encontramos para promover la participación de niños y niñas, y potenciar así el desarrollo de capacidades y habilidades. Por ejemplo, cuando como papás, mamás, cuidadores cuidadoras damos una instrucción o indicación, es muy diferente formular una propuesta o una sugerencia que dar una orden; por ello, es recomendable explicar de manera clara y apropiada para la edad del niño o la niña la instrucción que se está dando.  

Cuando propiciamos un dialogo constructivo, empleamos preguntas y explicaciones con ejemplos, y solicitamos de los niños y niñas propuestas y argumentos, más que pedir una respuesta correcta, se impulsará y logrará una participación más activa de niñas y niños. 

De los 7 a 11 años: el momento de los hábitos, las rutinas y la organización 

Esta etapa del desarrollo se caracteriza: 

  • Porque adquieren cada vez más destrezas y habilidades, como la interacción social y el trabajo en equipo 

  • Fortalecen valores como la responsabilidad y el respeto por los demás.  

  • Se desarrolla la autonomía y el pensamiento crítico. 

Este momento es el adecuado para crear en los niños y niñas hábitos y rutinas de estudio, que permitirán organizar y regular las tareas escolares. Para fortalecer los hábitos de estudio, de acuerdo con Gómez y Suárez (incluir año) es necesario considerar factores como: el tiempo, el lugar, los materiales y el desarrollo de las actividades. 

Las actividades académicas deben ajustarse al tiempo disponible para hacerlas, considerando también los tiempos de descanso entre una y otra, al igual que los tiempos para el juego libre y la creatividad.   

Niñas y niños deben realizar las actividades independientemente, apoyándolos y orientándolos cuando lo requieran, pero los padres, madres y cuidadores/as no deberán asumir la tarea por ellos, ya que estarían interfiriendo en su proceso de aprendizaje.  

Durante el acompañamiento escolar si bien es clave entender la etapa de desarrollo, también es importante reconocer cómo dar un acompañamiento diferencial y específico a la realidad de cada niña y niño, esto se relacionará con elementos contextuales en los que vive, así como a sus capacidades, habilidades y maneras de aprender, por lo anterior, es clave acompañar desde un enfoque particularizado que se concretará por ejemplo, con un acompañamiento desde las inteligencias múltiples. 

 

 

 

La educación es un derecho de niñas y niños, sin embargo, en muchos casos existen obstáculos o barreras.

Ayúdanos a seguir generando acciones y estrategias para que la niñez tenga garantizado una educación de calidad que impulse sus proyectos de vida.

Quiero apoyar

 

 

 

Referencias  

Aldeas Infantiles SOS, Nuestras Prácticas Pedagógicas, en el trabajo con niños/as, adolescentes, jovenes, familias y Comunidades. Bogota 2015.  

Vargas Hernández, A. S. (2004). Antes y después de las inteligencias múltiples. Revista Electrónica Educare, (7), 91-104. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4781125