El poder de la niñez: 4 activistas que cambiaron el mundo
julio 9 2024

El poder de la niñez: 4 activistas que cambiaron el mundo 

Yusra Mardini  

Cuando Yusra y su hermana, ambas adolescentes, viajaban en un bote que huía de la guerra en Damasco, no se imaginarían que el bote que las llevaría 10 kilómetros hasta la costa griega tendría un accidente, uno que pondría en riesgo la vida de muchas personas que viajaban también en búsqueda de un lugar para vivir con tranquilidad. 

La adolescente Yusra viajaba con su hermana Sara, no era un viaje corriente, huían de la guerra que vivía Damasco, su destino era Turquía donde buscaban encontrar paz, es así como junto a otras personas viajaban y esperaban arribar a una nueva vida, sin embargo, el bote tenía demasiados pasajeros. 

El bote empezó a hundirse, Yusra y Sara quienes eran grandes nadadoras, bien podrían haberse ido nadando hacia la costa, pero al ver que la mayoría de personas que iba en el bote no sabían nadar, sin pensarlo dos veces se lanzaron al agua y junto a dos hombres remolcaron la lancha durante horas hasta que arribó en la costa. 

Yusra ahora vive en Alemania donde entrena como nadadora de alto rendimiento, sumando a su trayectoria la participación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, también se ha convertido en una activista por los derechos de las personas refugiadas. 

 

Sophie Cruz 

Siendo una niña de 5 años, llegó hasta el vehículo donde se transportaba el papa y protagonizó una escena que se virilizaría luego de que agentes de seguridad alzaran a la niña para que recibiera el abrazo y la bendición del sumo pontífice; sin embargo, Sophie aún tenía algo que hacer, les pidió a las agentes que la levantasen nuevamente y allí le entregó al papa una camiseta y una carta donde pedía por los inmigrantes, que, como sus padres, estaban en situación irregular en Estados Unidos. 

El papa escuchó este pedido y lo incluyó con la agenda que trataría con el gobierno de Estados Unidos. Desde ese día Sophie Cruz es una activista de los derechos de las familias migrantes que viven en Estados Unidos.  

Malala Yousafzai 

Desde muy niña Malala Yousafzai reconoció que la guía de un maestro, la lectura y un libro abierto eran fundamentales para las personas y  las sociedades. El amor al conocimiento y el aprendizaje acompañaron a Malala desde su primera infancia, ya que su familia lo consideraba un pilar de vida. Sin embargo, este valor tan propio de Malala fue conflictuado, cuando el régimen talibán prohibió la asistencia de las niñas a las escuelas de Pakistán. 

Malala Yousafzai no titubeó, siendo una niña de doce años, y alzó su voz para representar a todas las niñas que no podían hacerlo. Era una injusticia que no aceptaría. Escribió blogs, habló con medios, conversó con periodistas e hizo parte de un documental donde se denunciaba esta injusta situación. 

Una tarde cuando Malala Yousafzai estaba en el autobús que la llevaría a la escuela, un hombre enviado por los talibanes le disparó en la cabeza. Malala sobrevivió a este ataque; sin embargo, su recuperación tardó meses. Este hecho hizo que viajara junto a su familia al Reino Unido y desde allí continuó su activismo. 

Malala no ha cesado de estudiar, de defender la educación, y de inspirar a cientos de niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres para que se movilicen ante las desigualdades de género. Además,  impulsa acciones de incidencia para que las sociedades garanticen el derecho a la educación. Esta joven ha escrito dos libros que movilizan tanto sus ideas sobre la educación, como su historia siendo una niña, adolescente y ahora joven activista, una que a los 17 años recibe el Premio Nobel de Paz, lo que la hace la persona más joven en recibir este tipo de reconocimiento.  

Ishmael Beah 

Ishmael se preparaba ese día para participar de un concurso de talentos, iría con su hermano y su amigo Taloo, estaban convencidos de que sus habilidades como raperos serían aplaudidas y reconocidas. No se imaginaron que ese día sería el último para su hermano y su amigo: su aldea sufrió un ataque. Ismael tuvo que huir, él era un niño de 13 años que tuvo que separarse de su familia y ver el horror de la guerra civil. 

Ishmael huyó buscando escapar de esa abrumadora situación; sin embargo, fue capturado por el ejército nacional de Sierra Leona y obligado a combatir como niño soldado. Su camino fue un camino de conflicto donde un AK-47 se volvería parte de sus días, una situación que lo hizo vivir un conflicto que cobró la vida de alrededor de 50.000 personas inocentes. 

Luego de  escapar,  logró llegar a Nueva York con el apoyo internacional donde vivió con su madre adoptiva Laura Simms, allí fue a la Escuela Internacional de las Naciones Unidas y estudió Ciencias Políticas. Ismael narró sus experiencias en dos libros, el primero, Un largo camino: Memorias de un niño soldado; y el segundo Radiance of tomorrow. Ahora trabaja como activista para detener el reclutamiento de menores de edad en todo el mundo. 

 

 

Aldeas Infantiles SOS es una ONG con presencia global. En Colombia trabaja en varias regiones del país donde brinda apoyo e impulsa los proyectos de vida en niñas, niños, adolescentes y jóvenes; así mismo fortalece las capacidades de cuidado, protección y crianza de familias en situaciones de vulnerabilidad.

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