¿Cuáles valores son importantes para una convivencia sana y fraternal?
#EspecialSOS – mayo 15 2023

¿Cuáles valores son importantes para una convivencia sana y fraternal?

Hoy conversamos con Aura Echeverri*, analista del equipo de formación y con Ángela Cacais*, facilitadora de desarrollo familiar. Ellas nos dieron recomendaciones para incorporar valores que impulsen una convivencia sana y fraternal al interior de nuestras familias.  

Esta es la cuarta entrega de nuestro especial de Valores familiares. Lee aquí la primera parte donde abordamos qué son los valores familiares. También puedes leer la segunda parte del especial, que se enfocó en la familia y su relación con los valores. En la tercera parte puedes conocer 5 valores familiares imprescindibles con ejemplos de la cotidianidad. 

¿Qué valores son importantes para una convivencia sana y fraternal? 

Angela Cacais resalta que los valores principales para el logro de una convivencia sana son el amor, el respeto, la unión, la confianza y la felicidad, ya que permiten que una persona se desarrolle adecuadamente y que haya un ambiente fraternal. Según Angela estos valores “impactarán en que las relaciones sean sanas, promoviendo la tolerancia en medio de dificultades y brindando herramientas sobre cómo sobrellevarlas. Tiene que ver también con ese apoyo hacia el otro, con la forma cómo lo ayudamos a sobrellevar sus dificultades, por eso es importante el valor del amor y la unión, porque, aunque haya dificultades o diferencias, esos lazos fraternales únicos son clave para construir esos significados, esos símbolos en cada familia, en cada hogar”.  

En este sentido, Aura Echeverri indica que si bien todos los valores son importantes no son una receta de cocina: “[Los valores son] una práctica diaria y constante para poderlos vivir, para poderlos sentir y, así, aprenderlos” 

Otros valores que resalta Aura son:  

  • La gratitud que consiste en expresar a través de palabras, o a través de acciones, lo valioso que es aquello que se nos da o que se nos comparte. 

  • La humildad como un valor necesario para que cada uno se pueda mirar con igual respeto, y desde esas mismas oportunidades para todos 

  • La paciencia, que se basa en la comprensión de la otra persona, de escuchar desde la calma, esto será clave en la crianza y en el cuidado, ya que permitirá una relación llevada de manera armónica, a través de la comprensión y el entendimiento. 

Reconocer que en las familias se comenten errores también hace parte de ese fortalecimiento de valores, Aura indica que   es importante identificar cómo se reacciona ante esos errores y como familia aprender a manejar esas situaciones de crisis. Esto va a provocar que tanto las personas como las familias sean más resilientes.

Recomendaciones para incorporar los valores familiares en la familia 

Aura Echeverri recomienda a los adultos el autobservarse no para juzgar sino para reconocer las dinámicas de relacionamiento o las formas de comprensión, es clave “[identificar si] esas creencias que tenemos están fomentando una convivencia familiar sana, si realmente está generando o fortaleciendo nuestros vínculos como familia y a partir de ahí empezar a hacer actividades desde la cotidianidad que fomenten esos valores que queremos”. A través de actividades cotidianas se fomenta y da ejemplo de una buena comunicación de cómo nos estamos escuchando y expresando unos a otros. En esa comunicación están presente los valores como el respeto, que se hace evidente en la forma en la que hablamos con los niños, “a ellos demos tratarlos con amor, pedirles las cosas con un ‘por favor’, darles las gracias, llamarle la atención sin  golpes ni insultos, y de esa manera ellos también aprenderán a relacionarse con los demás de una manera mucho más cordial, mucho más sana”. 

Angela Cacais explica lo primordial que es vivir y sentir los valores de una manera intencionada, ya que son una herramienta para cuidar y cuidarse, y desde allí cultivar el mejor entorno que es la familia y señala que “la importancia de los valores en las relaciones familiares, de amigo, de pareja, de hermanos, es fundamental”. Por ello poner en práctica, dar un buen ejemplo, tener una coherencia entre lo que se hace y lo que se dice, es una responsabilidad de los adultos cuidadores. A su vez Aura Echeverri resalta que los valores representan esas bases que sostienen y nutren a las familias, de ahí la importancia de poder conocerlos, de observar cómo la familia los está incorporando: “si faltan esos valores imagínate cómo se da el sentido de esa dinámica familiar, qué nos motiva, hacia dónde son nuestros compromisos, nuestras responsabilidades. Es sumamente significativo el tomar conciencia frente a los valores, a través de las dinámicas familiares, de las prácticas diarias. Los valores se reflejan en nuestra forma de pensar, de actuar y a partir de ese punto se crea un sentido de identidad a la familia”. 

La cotidianidad y los valores familiares 

Angélica resalta que este proceso se vive de una forma gradual, es un proceso que se vive en un ámbito familiar entendiendo las diferentes tipologías de las familias. Cada familia debe reconocer qué valores vive y ser muy intencionadas, en fortalecerlos para que haya una identidad familiar. Una vez se identifican los valores familiares, según Angélica, “vamos a seguir fortaleciendo, vamos a seguirlos cuidando y si algunos valores no están inmersos en estas relaciones, se pueden incluir, a través de la dinámica familiar”. 

Aura Echeverri añade que un elemento clave es la cotidianidad y eso no lo podemos perder para poner en práctica los valores: “tenemos que mirar las actividades que hacemos al interior de la familia, porque los valores nos van a orientar, van a ser esa fuente de apoyo para construir ese ambiente familiar cálido, democrático, respetuoso, humanizado, y que permite a la familia interrelacionarse, y fortalecer lazos. Desde el mismo compartiendo un almuerzo, un desayuno, preparar alimentos en conjunto ver televisión o películas, esas son acciones de la cotidianidad que nos van a permitir fortalecer las familias y poner en práctica los valores”. A esto se suman prácticas como celebrar logros o aciertos entre todos, festejos significativos para la familia o épocas de reunión y encuentro familiar.  

Prácticas cotidianas para incluir los valores familiares en casa 

Angela Cacais insiste en lo necesario del ejemplo, en la coherencia entre lo que se hace y dice dentro de la familia, al igual que el establecer espacios de diálogo donde nos preguntemos ¿cómo vamos como familia, nos estamos comprendiendo? ¿nos estamos escuchando? ¿cómo estamos viviendo esos valores? 

Recomienda como prácticas cotidianas para incluir los valores, lo siguiente:  

  1. Establecer un diálogo para revisar a través de dos preguntas orientadoras, que podrían ser: ¿estamos viviendo valores al interior de nuestra familia y cómo los vivimos.? 

  1.   Ser coherentes, el rol cuidador es muy importante  

  1. Una actitud de observación: al interpretar y comprender el actuar de niños, niñas, adolescentes o jóvenes, ya sea en casa o otros medios sociales. 

  1. La autoevaluación: ese encuentro tan significativo, para poder conversar cómo nos sentimos, cómo estamos viviendo en familia. 

  1. Expresar el amor hacia cada uno de los integrantes, o tener la empatía para comprender los diferentes momentos que tengan cada uno de los integrantes 

  1. Resaltar siempre esas opciones positivas, como los logros también de los integrantes de la familia, dar esas gracias, ser solidario y que se siente también ese apoyo mutuo en el hogar.  

Por su parte, Aura Echeverri plantea que otro elemento clave es el tener en cuenta la cultura de la familia, las costumbres y tradiciones de la familia, ya que es una manera para ponerlos en práctica: “cuáles son nuestros hábitos también, son formas para poder darle vida a los valores al interior de la familia, generar esa pertenencia, y esa importancia a cada uno de los integrantes de la familia.” 

Finalizamos con una reflexión de Aura Echeverri “cualquier escenario desde la cotidianidad es un tremendo salón de clase para fortalecer los valores familiares, para trabajarlos. El punto está en que la familia tenga ese nivel de consciencia de cómo estamos observando, nos conocemos, cuáles son nuestras dinámicas de relacionamiento, para expresarnos y comunicarnos, cómo estamos reconociendo nuestros errores. Estamos culpabilizándonos o estamos haciéndonos responsables. Cualquier momento diario es perfecto para observar cuáles son esos comportamientos, hacer ajustes, y definir qué realmente se quiere que permee y les identifique como familia”. 

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