junio 14 2023
¿Qué es una familia adoptiva?
Hoy hablamos con Ángela Giraldo, quien es coordinadora nacional de formación de Aldeas Infantiles SOS en Colombia, ella nos explicó qué es la adopción, qué caracteriza a una familia adoptiva, así como las diferencias de la adopción y el acogimiento familiar. Además, compartió las recomendaciones que ellas nos da para abordar el tema de la familia biológica con los hijos e hijas que han sido adoptados. Sigue leyendo sobre este tema aquí.
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¿Qué es la adopción?
La adopción es una medida de protección que está amparada en la ley 1096, en nuestra política de infancia, adolescencia a nivel nacional, que busca garantizar que los niños y las niñas que han perdido el cuidado de sus padres de origen de manera definitiva, tengan la posibilidad de vivir en un hogar; es por ello que la adopción, en términos jurídicos es la legalización de un vinculo de un niño o una niña, con una pareja o una persona que haya visto en la adopción una manera de ser padre o madre, nos cuenta Ángela Giraldo.
¿Qué es una familia adoptiva?
Ángela explica que más en términos afectivos y emocionales la adopción es un deseo que parte precisamente de una pareja o de una persona, este deseo se traduce en una decisión de ser madre o padre, así mismo, recalca que esta es una decisión que se debe tomar de manera muy consciente ya que es una decisión para toda la vida, que no tendrá reversa, porque que tú decidas ser padre o madre, a través de la adopción, se crea un vínculo y ese vínculo y esa responsabilidad es para toda la vida con esa niña o ese niño que has decidido adoptar.
¿Cuál es la diferencia entre familia adoptiva y familia de acogimiento?
La legislación colombiana da la posibilidad de que una persona soltera, que es adulta, tome la decisión de adoptar de manera definitiva; también lo puede hacer una pareja, ello una vez demuestre que ha tenido una convivencia por más de dos años, eso sería precisamente una adopción conjunta, ya que se realiza a través del núcleo familiar que decide adoptar.
También explica, que hay varias formas de adopción: puede ser de una pareja que ha intentado tener hijos biológicos y no lo ha logrado por distintas formas, y ve en la adopción la oportunidad de cumplir ese deseo de ser padre o madre.
Hay otro que podríamos llamar “por consentimiento” que ocurre cuando una madre soltera establece una relación de pareja de manera definitiva, si la pareja logra demostrar que tiene una convivencia superior a dos años y existe la decisión de adoptar al hijo o hija de su pareja, también se puede proceder con un procedimiento de manera legal.
En este sentido la diferencia entre una medida de adopción y una medida de acogimiento es que la adopción es una medida definitiva, mientras que el acogimiento (que conocemos a través de los servicios de Familias SOS o sustitutas en Aldeas Infantiles SOS), se hace como una medida temporal. También es necesario aclarar que ambas medidas están reguladas por la ley: en el caso del acogimiento familiar hay un defensor de familia, quien es el responsable legal de este niño o esta niña, y define la temporalidad en el que niño o niña está con la familia acogedora. En el caso de la adopción añade, Ángela, que esta tiene el concurso del defensor/a de familia que está a cargo esta niña o niño, y es quien decide si el proceso de adopción avanza. Este es un proceso largo y que debe surtir un trámite legal antes de que el defensor/a determine que de manera permanente esa niña o ese niño será adoptado.
¿Cuándo debe hablarse y cómo de la familia biológica?
Ángela recomienda, como en todas las familias, la importancia de tener una comunicación muy fluida: “donde siempre se hable con la verdad, donde se hable con muchísima transparencia frente a lo que sucede al interior de la familia. Es clave, que prime siempre la participación y, en esa lógica, la recomendación es que siempre las niñas y niños, desde muy temprana edad, se les empiece a contar, se les empiece a preparar para asumir la realidad de la adopción”. Indica también que es clave recordar que cada edad del niño o niña trae inquietudes y preguntas a la familia, y es importantísimo que la pareja de manera muy pedagógica se prepare para que, de acuerdo a la edad de la niña o niño, se le transmita la información que necesita saber en cada etapa de la vida.
Así mismo, es clave que la palabra o el termino adopción se utilice con mucha naturalidad al interior de la familia, de modo que el niño o la niña, en edades muy tempranas, se vaya familiarizando con ese concepto. Para esto se sugiere hablar de situaciones cotidianas, como, por ejemplo, la adopción de una mascota, o la siembra de un árbol y su adopción, incorporar reflexiones sobre “cuidarlo como si fuera suyo”, de esta forma se va usando el término y poco a poco se van haciendo las claridades que se necesitan de acuerdo a la edad.
Y añade que “cada niño o cada niña en su proceso de desarrollo también va necesitando, y pidiendo un poco de línea, de acuerdo al proceso. Lo más recomendable es que se vaya dando la claridad desde la primera infancia, que se vaya hablando de ese término y poco a poco se le va contando. Hacia la edad escolar, cuando ya tiene más herramientas y elementos verbales, pueden surgir más inquietudes y q preguntas más directas a sus padres, entonces se le puede contar más de su historia de vida, y de cómo fue que llegó a ser un niño o una niña adoptada, eso se hace desde el amor, desde los términos de ese vínculo, de ese deseo que inunda a la familia cuando toma la decisión de adoptar, que, desde la perspectiva de la perdida de la familia biológica, es muy importante”. A estas recomendaciones Angela suma otra y es que en la medida de lo posible, la pareja que decide adoptar reciba toda la información, el expediente de ICBF, entre otros documentos para que tenga todos los elementos y conozcan al detalle esa historia de vida del niño o la niña, ya que entre más conocimiento tenga del origen del niño o la niña más puede acompañar posteriormente su proceso y más elementos de comprensión tendrán frente a las reacciones o los comportamientos que tenga la niña o el niño, en esos primeros años dentro de la familia que es adoptante.