Educación sexual parte 3
julio 19 2023

¿Qué recomendaciones podemos hacer para que madres y padres aborden el tema de la sexualidad con sus hijas e hijos adolescentes? 

Continuamos con nuestro especial sobre Educación Sexual, en esta ocasión Maritza Llano, asesora nacional de Desarrollo y Bienestar de Niños, Niñas, Adolescentes y Jóvenes, nos explicará elementos importantes sobre qué es la educación sexual como derecho de adolescentes y jóvenes; así como elementos importantes para la comunicación entre las familias sobre este tema con adolescentes. Lee aquí la primera parte de este especial donde explicamos qué es la educación sexual, y aquí la segunda parte, donde damos algunas recomendaciones para hablar sobre este tema con niñas, niños, adolescentes y jóvenes.

Educación para la sexualidad: derecho de adolescentes y jóvenes 

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la educación sexual es un derecho humano esencial, y debe estar disponible para todas las personas, independientemente de la edad, género, orientación sexual, etnia o estatus socioeconómico. Esto teniendo en cuenta que la educación sexual ayuda a las personas a tomar decisiones informadas y responsables sobre su salud sexual y reproductiva, así como prevenir enfermedades de transmisión sexual y promover relaciones más saludables y equitativas. En ese sentido, la educación sexual es considerada un derecho fundamental para el bienestar y la autonomía de las personas. 

Igualmente, de acuerdo con la UNESCO la educación sexual hace posible que niños, niñas, adolescentes y jóvenes desarrollen habilidades y conocimientos adecuados sobre el tema; además de promover el respeto por los derechos humanos, la igualdad y diversidad de género, lo anterior, contribuye a desarrollar habilidades socioemocionales que permitirá el establecer relaciones seguras y sanas.  

¿Qué marcos rigen la educación para la sexualidad en nuestro país? 

En Colombia tenemos leyes que garantizan la Educación Sexual Integral. Por ejemplo, el Código de Infancia y Adolescencia- ley 1098 de 2006- en el artículo 44, indica que: 

Los directivos y docentes de los establecimientos académicos y la comunidad educativa en general pondrán en marcha mecanismos para: Orientar a la comunidad educativa para la formación en la salud sexual y reproductiva y la vida en pareja. 

Igualmente, la ley general de educación- ley 115 de 1994- indica en su artículo 13 y 14 que: 

Es objetivo primordial de todos y cada uno de los niveles educativos el desarrollo integral de los educandos mediante acciones estructuradas encaminadas a: Desarrollar una sana sexualidad que promueva el conocimiento de sí mismo y la autoestima, la construcción de la identidad sexual dentro del respeto por la equidad de los sexos, la afectividad, el respeto mutuo y prepararse para una vida familiar armónica y responsable. 

 

En todos los establecimientos oficiales o privados que ofrezcan educación formal es obligatorio en los niveles de la educación preescolar, básica y media, cumplir con: La educación sexual, impartida en cada caso de acuerdo con las necesidades psíquicas, físicas y afectivas de los educandos según su edad. 

Finalmente tenemos la ley de Convivencia Escolar y Formación para el Ejercicio de los Derechos Humanos, la Educación para la Sexualidad y la Prevención y Mitigación de la Violencia Escolar- ley 1620 de 2013-, esta nos informa que la educación para el ejercicio de los derechos humanos, sexuales y reproductivos “está orientada a formar personas capaces de reconocerse como sujetos de derechos humanos, sexuales y reproductivos con la cual desarrollarán competencias para relacionarse consigo mismo y con los demás, con criterios de respeto por sí mismo, por el otro y por el entorno, con el fin de poder alcanzar un estado de bienestar físico, mental y social que les posibilite tomar decisiones asertivas, informadas y autónomas para ejercer una sexualidad libre, satisfactoria, responsable y sana en torno a la construcción de su proyecto de vida y a la transformación de las dinámicas sociales, hacia el establecimiento de relaciones más justas, democráticas y responsables”. 

 

¿Qué elementos de la comunicación son útiles para abordar este tema con hijos e hijas adolescentes? 

Maritza Llano nos explica que la comunicación familiar puede ser muy compleja, por ello se requiere de una atención especial, ya que es posible que exista una mayor permisividad para opinar, criticar y juzgar, y esto puede convertirse en un factor de riesgo para el sano desarrollo de los hijos e hijas.  

Aun así, recalca que “la familia puede ser un fuerte respaldo en los momentos difíciles y promover la autonomía y la confianza para lograrlo, es crucial que exista una comunicación asertiva y una actitud respetuosa que preserve los vínculos familiares sanos”. 

Así mismo, nos explica que en el caso de las y los adolescentes, es importante que desde temprana edad tengamos una comunicación abierta y honesta, que los hagan sentir en una comodidad libre de prejuicios. Maritza indica que, aunque las conversaciones pueden resultar incómodas, es decir, no todo lo que escucharemos será de nuestro agrado, es esencial que se realicen para que los y las jóvenes puedan tomar decisiones apropiadas y desarrollar su pensamiento crítico frente a situaciones problemáticas. 

Es por ello que resulta importante la expresión de los sentimientos y emociones de forma empática con el otro, así como la comunicación eficaz para lograr una buena convivencia, junto con el desarrollo adecuado de hijas e hijos. A partir de esta interacción y espacios de escucha, expresión y diálogo se podrán promover valores como el respeto, la tolerancia y la comprensión hacia los demás. 

 

¿Qué elementos deben reforzar madres y padres a la hora de abordar el tema de sexualidad con sus hijos e hijas adolescentes? 

Maritza Llano también realizó varias recomendaciones que tanto madres y padres, así como adultos que estén al cuidado de adolescentes, deben tener en cuenta: 

  1. Disposición para el diálogo: debe existir disposición para el dialogo, este no debe ser impuesto y debe estar mediado por el respeto, libre de prejuicios, de imposiciones. 

  1. Honestidad y apertura: como adulto no tienes que tener todas las respuestas, es válido decirles cuando no se conoce sobre cierto tema de sexualidad o género; sin embargo, esta puede ser una oportunidad para que los dos investiguen y hallen la respuesta. 

  1. Escucha atenta: escucha siempre, permíteles que acudan a ti para resolver las inquietudes o para que te cuenten las anécdotas del día a día, esta será una gran oportunidad para desarrollar sus capacidades. 

  1. Ayúdales en su desarrollo: para que fortalezcan habilidades en pensamiento crítico y comunicación asertiva para que tomen decisiones favorables y mantengan una postura firme respecto a sus límites. 

  1. Proporcióneles información: libros, vídeos y películas sobre sexualidad adecuados para su edad.