#8M
– marzo 8 2023
8 de marzo: Por un mundo digital inclusivo
Desde Aldeas Infantiles SOS Colombia resaltamos la importancia de trabajar por un mundo donde la igualdad sea una realidad, lo que garantizará los derechos de niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres, así como permitirá una sociedad libre de violencia, democrática y segura.
Aquello permitirá consolidar entornos protectores para niñas y niños, alentando su desarrollo, participación e importancia dentro de nuestra comunidad.
Innovación y tecnología para la igualdad de género
Este 8 de marzo de 2023 el tema "Por un mundo digital inclusivo: innovación y tecnología para la igualdad de género" surge como articulación a la prioridad del sexagésimo séptimo periodo de sesiones de la Comisión Jurídica y Social de la Mujer: "La innovación y el cambio tecnológico, y la educación en la era digital para alcanzar la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas".
Brechas digitales de género
A medida que la sociedad se ha vuelto cada vez más tecnológica, ha ido implementando un nuevo lugar de participación, de conocimiento, de interacción, es decir ha abierto una nueva modalidad de lo público, ¿cómo? A través del mundo digital.
Este nuevo espacio de la ciudadanía está siendo a la vez una fuente de innovación para cambios sociales y culturales, a través de escenarios de participación, movilización y diálogo, al tiempo que es un espacio simbólico en el que se replican paradigmas, prejuicios y estereotipos de género, lo que provoca nuevas formas de violencia y de pugnas por la participación.
Es por ello que es indispensable pensar el mundo digital tanto desde su aspecto innovador y como esa oportunidad para el desarrollo de las sociedades, así como reconocer los cambios necesarios para cerrar la brecha digital de género, entendiendo que la brecha digital responde a las brechas sociales, políticas, económicas, culturales y de género de las sociedades.
Tres brechas digitales de género
Teniendo esto en mente es necesario pensar la brecha digital de género como un proceso que debe incluir una transformación de las distintas brechas digitales de género: la primera, la del acceso a herramientas tecnológicas; la segunda, el uso de estas; y la tercera, el uso especializado de estas herramientas, allí se incluiría la participación de las niñas y mujeres en los campos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.
Como parte de estas brechas digitales de género podemos agregar las fases anotadas por Gloria Bonder para lograr un mundo sin brecha digital de género: en una primera etapa, se da acceso a la conectividad, internet y dispositivos, se asegura la banda ancha y la calidad de equipamiento y costos de los servicios; en una segunda etapa, habría un proceso de educación para el desarrollo de competencias digitales y tecnológicas, así como el acceso a un contenido de calidad, relevancia y diversidad donde no hayan sesgos de género; y, por último, habría una transformación en el capital social y cultural desde la igualdad, así como las mujeres aumentarían y diversificarían su participación en la producción de tecnologías y contenidos.
Es así, que desde esta última fase se relacionaría con una transformación en el sistema epistemológico, cultural y social que permita una sociedad de la información y en consecuencia de conocimiento, y en la que la diversidad y la igualdad en el que la ciudadanía, la garantía de los derechos de la pluralidad sea un hecho.
La tecnología no es neutra
Un elemento que es imprescindible para transformar en nuestra sociedad, es la manera estructural en que se ha aceptado que la tecnología responde a un paradigma de sujeto universal, y que por ello, es neutra; sin embargo, el sujeto al que está enfocado este uso es a un sujeto masculino, como explica Gloria Bonder, eso se puede ver en el uso de los pronombres en su mayoría masculinos en los espacios digitales, así como el hecho de que diseños como cinturones de seguridad, estén adaptados para una contextura masculina; o, que asistentes tecnológicos estén pensados para responder únicamente a una idea de sujeto masculino.
Es este mismo paradigma, que no es neutral al género, el que produce unas brechas digitales de género que se deben transformar, ya que el mundo tecnológico ha sido asociado a un sistema de género que privilegia comportamientos, acciones y roles ligados a lo masculino, siendo esto un impedimento para, por ejemplo, la participación de las mujeres en el área STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
La transformación como horizonte
Gloria Bonder resalta como parte de esta transformación reemplazar el símbolo de adicionar mujeres por el de multiplicar visiones, paradigmas, aportes y sentidos, entendiendo ello como una manera que la sociedad integre la diversidad e igualdad de género.
Contexto en Colombia de la brecha digital de género
En el Informe de ONU Mujeres “Mujeres y hombres: brechas de género en Colombia” (2022) se plantea que la población campesina ubicada en las zonas rurales está excluida del mundo digital, siendo indispensable que el proceso tanto de acceso, como de uso y diversificación del mundo digital se vuelva una realidad en estas zonas geográficas.
En mismo informe anota que si bien las mujeres en general tienen un mayor acceso a internet, aún prevalecen brechas de uso y apropiación, ello relacionado con la encuesta de las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) realizada por el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones en 2018, que muestra brechas de acceso entre mujeres en razón de edad, estrato socioeconómico, población étnica y ruralidad.
Así mismo se evidenció que el 50% de mujeres que no tienen acceso a internet tienen entre 55 y 65 años, el 20% son de estratos bajos y el 33% son indígenas. También se resalta que las mujeres usan en menor medida internet en relación con los hombres, las TIC para actividades relacionadas con la autonomía económica.
Cerrar la brecha digital de género desde un enfoque interseccional
Como vemos en los datos mencionados en el informe de ONU Mujeres uno de los puntos importantes para cerrar la brecha digital de género en nuestro país, es reconocer la diversidad de mujeres, esto para reconocer la manera diferenciada en que deben encaminarse lo cambios, teniendo en cuenta otros factores que sitúan en posiciones de mayor desigualdad a las mujeres, como el estrato socioeconómico o la raza; siendo necesario pensar de manera interseccional cómo afecta a esta brecha digital de género, por ejemplo, a las mujeres rurales e indígenas, y atender desde una manera particular tanto el acceso a herramientas tecnológicas, como a competencias digitales y una sociedad que transforme los estereotipos hacia áreas como, por ejemplo, la STEM.
Por ello, nos sumamos por el compromiso de eliminar los distintos tipos de violencias por motivos de género, trabajando de manera articulada con las comunidades, los gobiernos y la sociedad en general para garantizar que las niñas, adolescentes, mujeres y personas diversas puedan vivir en una sociedad libre de violencia e igualitaria, donde sean garantizados los derechos de las mujeres en sus diversas realidades.
Referencias