Por más cuidado en familia
enero 10 2025

Por Más Cuidado en Familia

Cerramos un año de trabajo incansable, iluminado por nuestra promesa de cuidado: el compromiso ineludible por intentar que cada niño y cada niña pueda crecer en una familia que sepa, quiera y pueda cuidarlo.

Desde los áridos parajes de La Guajira, donde los niños Wayuu crecen entre la abundancia cultural y la escasez material, hasta las selvas húmedas del Darién, donde cada día se agolpan cientos de niños, niñas y adolescentes buscando una quimera que se esconde más allá de la selva. Desde las costas húmedas y los fríos páramos del Nariño hasta las mesetas y cañones de la cordillera oriental en Santander, donde muchos adolescentes transitan sin compañía de ningún adulto o huyen de la guerra en medio de temores. En los Montes de Maria, en las colinas de Rionegro, en las periferias de las grandes ciudades, donde todos los días ingresan al sistema de protección decenas de niños y niñas cuyas familias no han tenido la forma, los medios o el interés de cuidarlos. En todos esos lugares trabajamos día a día con todo el empeño y determinación, para que cada niño y cada niña tenga una aldea que le brinde protección: una familia amorosa, una comunidad de apoyo. 

Detrás de cada historia de desamparo se esconde una tragedia común: la ignorancia, la indolencia o la incapacidad de una familia que no sabe, no quiere o no puede cuidar. Aldeas Infantiles SOS lleva 75 años consolidando familias que puedan suplir a una familia ausente, y en ese camino hemos aprendido con detalle los elementos determinantes de una crianza segura y amorosa, para que todo niño y toda niña, resguardado en el amor, el respeto y la seguridad, pueda convertirse en su mejor versión.

El mejor lugar para que un niño o una niña crezca -y el lugar donde siempre querrá hacerlo- es en su propia tribu. En su aldea, con su familia de origen. En ese sentido, no hay mejor forma de cuidar a un niño o una niña, que cuidar de su tribu. Promover y estimular las condiciones para que su propia aldea -la comunidad en la que vive- y su propia tribu -la familia que lo acoge- constituyan un entorno amoroso y seguro. Una comunidad fortalecida cuida de sus familias; una familia fortalecida cuida de sus niños y de sus niñas.

Esas seguirán siendo nuestras consignas para el próximo año: acompañar a las comunidades para que apoyen a las familias y cuidar a las familias para que cuiden a los niños. Eso implica, en ambos casos, comprender los desafíos que enfrentan para ejercer un cuidado de calidad y trabajar con ellas en el camino de superarlos. La Convención de los Derechos de la Niñez acaba de cumplir 35 años; asegurar más cuidado en familia es la forma más adecuada -quizás la única- de lograr que los niños y las niñas de La Guajira o del Darién, de Tumaco o del Catatumbo, de Cazucá o de Siloé puedan gozar efectivamente de esos derechos y crecer sanos, seguros y felices.

 

Aldeas Infantiles SOS es una ONG con presencia global. En Colombia trabaja en varias regiones del país donde brinda apoyo e impulsa los proyectos de vida en niñas, niños, adolescentes y jóvenes; así mismo fortalece las capacidades de cuidado, protección y crianza de familias en situaciones de vulnerabilidad.

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