En nuestro especial de Cuidado y crianza que iniciamos el día de hoy, nos reunimos con Paola Rueda, Asesora Nacional en Salvaguarda Infantil y Juvenil, con quien hablamos sobre el autocuidado y cómo entenderlo desde la diversidad de las familias. 

¿Qué es el autocuidado dentro de la familia? 

Según Paola Rueda sería mejor no hablar de autocuidado sino de cuidado mental y físico de las familias, uno que les permita, desde sus condiciones particulares, gestionar algunas acciones que favorezcan su bienestar integral, lo anterior, ya que ella resalta que es importante situar y contextualizar el uso de la expresión autocuidado en la familia, esto considerando la diversidad de las familias, es decir, teniendo en cuenta su estructura o composición, sus condiciones sociales, económicas, políticas y educativas; el estado de salud de sus integrantes, el acceso a servicios y redes de apoyo, entre otras configuraciones que hacen que las familias tengan experiencias y características diferentes. Esto se relacionará estrechamente, además con los privilegios que tengan y que facilitan, en menor o mayor medida, el desarrollo físico y mental de sus integrantes.  

Frente al caso, explica, de las familias que acompañamos desde Aldeas Infantiles SOS “son aquellas que se encuentran en condiciones de pobreza y vulnerabilidad; hablar de autocuidado es dar la idea de que exclusivamente sobre sus hombros, recae la responsabilidad de lograrlo o no”. 

Mejor hablemos de cuidado mental y físico en las familias 

El cuidado mental y físico dentro de las familias, se puede entender si concebimos a la familia como actor clave en la constitución de la identidad de los niños, las niñas y adolescentes, y en la transmisión de las formas de socialización.   

Son los padres, madres, cuidadores y cuidadoras quienes facilitarán experiencias tempranas adecuadas para que los niños y las niñas descubran el mundo que les rodea en condiciones seguras, tanto a nivel físico y emocional. De ahí que, tal como lo explica Paola Rueda, los cuidados deben estar orientados a fortalecer las herramientas para cumplir ese rol, aquello teniendo en cuenta las condiciones estructurales que afectan a las familias, como es el caso de aquellas que acompañamos en Aldeas Infantiles SOS.  

Además,  Paola Rueda agrega que “el cuidado hacia las niñas y los niños no es una actividad aislada que la familia, independientemente cual sea su composición, realice o pueda realizar, ya que requiere de lo relacional y colectivo; es decir, no es algo que podamos llevar a cabo en soledad, siempre vamos a requerir del apoyo de otros; por lo tanto, el cuidado no es una responsabilidad interna, propia o exclusiva de la familia, también es una cuestión social y política.”  

Involucramiento de otros actores sociales al cuidado 

El Estado y el cuidado 

Existen una serie de responsabilidades definidas para que el Estado asuma la protección de las familias; sin embargo, Paola Rueda resalta queen la prácticaprevalece un interés muy alto por la producción y esto, entre muchos otros aspectos, afecta directamente el tiempo para el ejercicio de la crianza. “En algún momento compramos la idea que se nos vendió acerca de quelo importante es la calidad de tiempo y [no la cantidad], y cada quien asumió a su manera qué era eso de la calidad de tiempo”, comenta Rueda. 

En ese sentido, es fundamental que la oferta estatal se amplíe en los territorios, especialmente en aquellos menos favorecidos, esto para que el cuidado sea abordado como un asunto colectivo. Para Paola Rueda esto se relaciona con que, por ejemplo, no se trate de que los niños y las niñas pasen más horas en una jornada escolar, sino que en el barrio o en la comunidad haya una diversidad de servicios como son escuelas artísticas, deportivas, apoyo escolar, comedores comunitarios o redes comunitarias de cuidado, entre otras, que permitan a las familias contar con los apoyos necesarios para balancear su responsabilidad de lograr el sustento económico y el cuidado hacia sus hijas e hijos. 

Las empresas y organizaciones frente al cuidado 

Paola Rueda resalta la necesidad de incidir en empresas y organizaciones, para que haya una política interna de trabajo que ofrezca a madres, padres o cuidadores primarios las condiciones para tener mayor presencia y acompañamiento para sus hijos e hijas. Lo anterior, tomando en cuenta que estas prácticas organizacionales pueden impactar positivamente la estabilidad de sus colaboradores y colaboradores, la fidelización organizacional, el desempeño, así como la comprensión del cuidado como un compromiso compartido. 

En cuanto a la salud mental, Paola Rueda resalta que es muy importante que las organizaciones y empresas, se preocupen por brindar espacios y servicios, que aporten a la estabilidad emocional de sus colaboradores/as, no solo para lo relacionado con las labores propia de sus cargos, sino, también, que les permita afrontar los desafíos de la familia en la sociedad actual.

Queremos que todas las niñas y niños puedan acceder a condiciones de calidad que garanticen un buen regreso a clase. Ayúdanos a lograr esto 

Suma tu aporte aquí