¿Cómo impulsar el valor de la diversidad y el respeto por el otro en la niñez y las familias?
Hoy nos reunimos con Gloria Mapura, Gerente del programa de Caldas, quien lleva nueve años en Aldeas Infantiles SOS, con ella hablamos sobre la diversidad, sobre cómo fomentar este valor en las familias y acerca de su experiencia en el resguardo indígena de San Lorenzo, ubicado en Riosucio, Caldas.
Para Gloria la diversidad “es el proceso que nos hace únicos en el mundo por naturaleza, la diversidad comprende todos esos elementos que nos hacen ser valiosos y distintos, características propias de cada ser, de cada familia, de cada colectivo, de cada cultura”.
¿Qué es la diversidad?
Y es que cómo lo resalta Gloria, las niñas y niños, así como las personas, son naturalmente diversos en pensamiento y maneras de ser; así mismo, son diversas las realidades que viven y las situaciones que nacen de estos contextos particulares. Es en este sentido que, comprender la realidad de los niños y niñas desde un enfoque particularizado, se hace indispensable para que se garanticen los derechos de ellas y ellos sin distinción de raza, religión o cultura.
En este proceso Gloria resalta la importancia de comprender a la niñez desde la diversidad, ya que como explica “es primordial reconocer los elementos diferenciadores que van ligados necesariamente a los trayectos vitales, ya que de esta forma se podrán lograr procesos de acompañamientos objetivos y pertinentes”.
Reconocimiento de las particularidades étnicas y acompañamiento a la niñez indígena
Este reconocimiento de la diversidad de los niños y niñas indígenas es importante para reconocer que cada uno es distinto y que esto debe estar en consonancia con el cumplimiento de sus derechos. Gloria también plantea cómo, dentro del Programa de Caldas y en el trabajo que se adelanta con el resguardo en Riosucio, esto se da a través del reconocimiento de un territorio cultural indígena, en el que se tienen en cuenta las particularidades de cada niño, niña o familia, ya que allí se dan procesos específicos en relación a la identidad.
Con respecto a estos procesos característicos del territorio, Gloria explica, por ejemplo, la relación con la ancestralidad y comenta que aspectos enriquecedores para este territorio se han perdido porque no se reconoce esa posibilidad de construir desde la niñez esa apropiación cultural. “Desde el Programa buscamos promover que los niños y niñas tengan un arraigo a sus ancestros y tradiciones. La manera como el programa impulsa esa diversidad es a través de dos elementos: primero, restableciendo y garantizando los derechos, de niñas y niños situándoles como sujetos de derechos y, segundo, promoviendo que el acompañamiento se base en el desarrollo integral y diferencial, tanto en lo particular del individuo como en la comunidad”, explica Gloria.
Estos espacios de acompañamiento de los que habla Gloria buscan reconocer una identidad propia y que desde esa comprensión la niñez empiece a autoreconocerse como parte de la comunidad. También se resaltan elementos culturales que caracterizan a la comunidad como, por ejemplo, la medicina tradicional, la tradición oral y la manera en cómo estás prácticas apoyan la educación y las dinámicas de las familias. A lo anterior, Gloria Mapura añade que “a través del consejo y diálogo las familias pueden educar. Aldeas Infantiles SOS acompaña desde esta perspectiva el desarrollo de cada una, porque nuestro trabajo busca relacionar el enfoque de derechos con los valores y visiones del territorio, para que podamos empoderar a los niños y niñas de ese saber”.
Enlace entre el saber ancestral indígena y el modelo de cuidado y protección
Gloria resalta los saberes ancestrales de la medicina que preserva el territorio y señala que esto se presenta como una oportunidad para dialogar sobre el cuidado y la protección desde la cosmovisión indígena, y para implicar a los niños y niñas e invitarlos a reconocer la riqueza de ese saber. “Hablamos de la medicina como un elemento sanador, que permite tener claridad y visión, y ponemos en juego ese elemento que tiene la comunidad, para poder hacer las reflexiones sobre la importancia de que los niños y niñas conozcan las tradiciones... Que ellos hagan parte del reconocimiento de esas prácticas en términos de lo que significa el ciclo sagrado, el compartir de la palabra en un espacio sagrado y de reconocer cuáles son los referentes de la medicina tradicional en el territorio, así como también que esos mismos referentes reafirmen a la niñez protagonista de su cultura”, indica Gloria.
Es por ello, que resalta dentro de este proceso dos elementos: el primero, reconocer que niños y niñas de este territorio tienen unas particularidades como por ejemplo una conexión fuerte con la naturaleza, y el segundo, las relaciones sociales que establecen con la interacción tanto de pares como integrantes de su familia y de la comunidad.
Ambos aspectos se movilizan desde el proceso reconocimiento identidad individual y colectiva porque como agrega “si el niño y niña no tiene una familia, no tiene una cercanía con esos procesos de identidad colectiva, que se han ido perdiendo, por ello, es importante revisar y acompañar desde lo que el niño y su familia está construyendo con lo cultural y que tiene ver con el proceso de identidad individual y de acompañar desde esa riqueza cultural del territorio.”
Porque según Gloria Mapura sobre este acompañamiento “es importante generar empoderamiento de la riqueza cultural de sus contextos, de preservar tradiciones como su medicina, sus creencias; y también de reconocer cómo cada familia tiene sus rituales propios, y esos rituales van consagrados a esos espacios donde la familia comparte. Por eso, el ejercicio de impulsar la diversidad desde el programa es transversal a cada una de las acciones del programa, tanto desde el acompañamiento de cada familia como desde la comunidad”
Modelo de acompañamiento de Aldeas Infantiles SOS, un modelo a favor del empoderamiento de la diversidad
Gloria Mapura nos explica cómo el modelo de acompañamiento de Aldeas Infantiles SOS está basado en reconocer las particularidades de cada familia y también de cada una de las niñas y niños. “Este modelo implica acompañar desde los distintos enfoques de trabajo, como los enfoques referentes a diversidad, a género, enfoques trayecto de vida, esto para que en el acompañamiento reconozcan a los y las participantes desde sus diferencias, características y contextos familiares”.
Es por ello que, según la Gerente del programa de Caldas, el modelo apuesta a un acompañamiento desde la diferencia, lo que implica estar basado en la inclusión y la pertinencia, siendo estos elementos los que dan soporte a la práctica y responden a las necesidades reales, así como a las posibilidades de acompañamiento y los procesos de desarrollo de capacidades.
Recomendaciones a las familias: reconocer la diversidad en la crianza
Desde la experiencia Gloria Mapura, gerente del Programa Caldas, ha identificado algunos elementos clave para hacer de la crianza una experiencia que reconozca la diversidad. Estos son:
-
Comprender las experiencias familiares
-
Reconocer que los hermanos son hermanos, pero su identidad es única.
-
Cada miembro de la familia tiene maneras y formas de pensar distintas.
-
El acompañamiento de los adultos referentes de cuidado debe considerar estas diferencias y que los niños, niñas y adolescentes son personas independientes.
-
Identificar los gustos, intereses, personalidad y forma de ser de cada uno hará de la familia una que reconoce la diversidad.