mayo 13 2022
El Estado colombiano debe atender con urgencia las necesidades de las familias
El 15 de mayo de conmemora el Día Internacional de las Familias, una fecha especial para resaltar la importancia de las familias en la composición social de las naciones, pero, también, para hacer un llamado sobre sus principales necesidades y cómo éstas afectan principalmente la vida y el desarrollo de los niños y niñas.
En Colombia, por ejemplo, las cifras dan cuenta que cada hora un niño o niña es separado de su familia por vulneraciones a sus derechos, e ingresados al sistema de protección del ICBF, lo que representa aproximadamente 33 niños y niñas cada día.
Tan solo en el 2021, más de 12 mil niños y niñas fueron separados de sus familias, y durante los últimos diez años, 412.900 niños y niñas necesitaron acciones de protección por parte del ICBF, por situaciones que suceden, principalmente, en sus propias familias.
Es así, que es fundamental reconocer que las familias son el eje de construcción de una sociedad, así como el entorno natural en donde los seres humanos aprendemos y nos sentimos protegidos. Sin embargo, es una realidad que, en la actualidad, las familias son constantemente retadas por la falta de ingresos, la violencia entre los miembros de la familia, la desigualdad de género en los roles de cuidado y crianza, y las situaciones de salud mental de padres, madres, e hijos.
A pesar de que la Ley de Protección Integral a la Familia tiene 12 años, el Estado colombiano aún no ofrece los apoyos necesarios y pertinentes para apoyar el rol familiar, y dentro de los hogares colombianos continúan presentándose vulneraciones a los derechos de los niños y las niñas. Entre los principales motivos que causan la decisión de las autoridades de separar a los niños y niñas de sus familias, están la negligencia, el abuso sexual, el maltrato, la explotación sexual y el abandono.
Al respecto, Ángela Rosales, directora nacional de Aldeas Infantiles SOS en Colombia manifestó que:
“las familias cumplen un rol y tienen una responsabilidad fundamental para el desarrollo de los seres humanos, y son el eje de la vida de los niños y niñas; sin embargo, en nuestro país las familias no cuentan con el apoyo suficiente del Estado para cumplir ese rol”.
Tal como se hace en otros países, cuando el Estado ofrece servicios de fortalecimiento de las familias se pueden mitigar y prevenir las altas cifras de violencia familiar. Porque hay que resaltar que no se trata solamente de reaccionar cuando el acto violento ocurre dentro de las familias, sino de ofrecerles una oferta de servicios adecuadamente financiados, que logren darles los apoyos necesarios para atender las crisis familiares, el desarrollo de habilidades para cuidar y criar de los hijos e hijas, y la prevención de la violencia. Estos servicios estatales ya existen en muchos países y perfectamente pueden ser implementados en Colombia.
En ese sentido, desde Aldeas Infantiles SOS se logró, durante el 2021, reducir la violencia familiar y los riesgos de abandono, gracias al trabajo de acompañamiento a más de 47 mil personas y 9.580 familias en sus servicios de fortalecimiento familiar, en todo el territorio nacional. Como parte de este servicio, 319 niños y niñas que estaban creciendo en el sistema de protección, fueron reintegrados a sus familias luego de un proceso individualizado para cada caso.
El recrudecimiento de la pobreza ha incrementado el riesgo de que las familias no puedan cuidar de sus hijos
En materia de composición de las familias en el país, las cifras del DANE señalan que 4 de cada 10 familias son monoparentales, teniendo como cabeza de hogar a una mujer con hijos menores de 18 años. La Encuesta de Calidad de Vida (ECV) 2019 señala que casi 3,5 millones de niños y niñas pertenecen a hogares en condiciones de pobreza multidimensional, y cerca del 46,7% de las familias en Colombia se perciben como pobres y no cuentan con los mínimos garantizados para cuidar a los niños y niñas.
Es importante así mismo reconocer que en Colombia, las mujeres son los miembros de las familias que dedican más tiempo al cuidado de los niños, niñas, y de las personas que requieren de apoyos, como son los abuelos, o personas con discapacidad. Asumir el rol de cuidadoras principales tiene implicaciones en el desarrollo de sus carreras laborales y en sus oportunidades de generar ingresos. Algunas mujeres tienen que reducir tiempo a sus profesiones para asumir roles en la familia, renunciar a sus puestos laborales, disminuir sus ingresos, situaciones con las que pierden independencia y oportunidades de desarrollo. En este sentido, valorar el trabajo no remunerado que desempeñan las mujeres dentro de sus familias es fundamental, así como la distribución de las tareas del hogar es fundamental para garantizar el bienestar de la niñez y de las personas vulnerables de la sociedad.
Las condiciones familiares en las que los niños y niñas nacen y crecen, determinan sus oportunidades y la realización efectiva de sus derechos: acceso a la educación, seguridad alimentaria, vivienda digna y salud. a pobreza familiar son factores determinantes en la vida de la niñez, así como las capacidades de cuidado que tiene cada familia para garantizar el bienestar de sus hijos e hijas. Lastimosamente, tanto la pandemia como el incremento de la violencia social, han empeorado las condiciones de las familias colombianas, llevándolas a una crisis que debe ser atendida prioritariamente por el Estado.