Cómo cuidar la salud mental de cuidadoras
#EspecialSOS – agosto 5 2022

¿Cómo cuidar la salud mental de cuidadoras y cuidadores? 

Seguimos con nuestro especial sobre salud mental y familia, en esta ocasión nos reunimos con Lizeth Ramos*, Asesora nacional de desarrollo de familias con quien conversamos sobre el cuidado de aquellos que cuidan. Ella nos explicó la importancia del cuidado de madres, padres y cuidadores en general, así como nos compartió unas recomendaciones para que en familia cuidemos de la salud mental. 

¿Qué deberíamos tener en cuenta para cuidar la salud mental de cuidadores, madres y padres?  

Los adultos que tienen a cargo el cuidado y protección de niños, adolescentes y jóvenes son personas que no solo tienen esa responsabilidad, sino que, además, asumen otros roles, por ejemplo, son empleados, trabajan como independientes, asumen un rol de pareja, de hijos, o amigos, y esto es importante reconocerlo. 

Estos otros roles demandan también tiempo y energía, por lo que tener en cuenta que la salud mental de cuidadores es algo muy valioso, ya que la persona que cuida experimenta un desgaste emocional, físico y afectivo propia de la labor de cuidado. De ahí que, tener una adecuada salud mental le permite al cuidador gestionar situaciones de complejidad, irritabilidad o de estrés que se pueden generar durante el cuidado de un niño, adolescente o jóvenes. 

Recomendaciones para que cuidadoras y cuidadores cuiden su salud mental 

Las recomendaciones que nos comparte Lizeth Ramos para que madres, padres y cuidadores cuiden su salud mental son: 

  1. Tener hábitos de vida saludable: madres, padres y cuidadores deben realizar ejercicio o alguna actividad física, cuidar su alimentación e hidratación, así como incluir momentos de descanso y espacios de calma y relajación. La práctica de yoga puede ser un camino. 

  1. Incluir momentos de socialización: es necesario que las y los cuidadores tengan espacios de socialización donde compartan con sus amigos y familiares, ello para que a través de actividades culturales y artísticas se fortalezcan vínculos, al tiempo que tengan un momento de calma y tranquilidad.  

  1. Cuidado en familia: es importante que la familia cuide de todos sus integrantes, por ello se recomienda estar al tanto del bienestar del cuidador o cuidadora, así, por ejemplo, la familia puede estar al tanto de los chequeos médicos del cuidador. Es fundamental que se cultive un cuidado mutuo al interior de la familia, esto para identificar problemas o riesgos de salud y permitir gestionarlos de manera adecuada.  

  1. Validar sus emociones: es imprescindible escuchar a las y los cuidadores y validar sus distintas emociones, que encuentren la disposición y escucha activa en otros miembros de la familia, esto será significativo en el cuidado de sí mismos, así como en momentos de gestión emocional que requieran un apoyo.  

¿Cómo influye la salud mental de los padres y madres en el desarrollo de los hijos e hijas?  

Los niños, adolescentes y jóvenes, toman como ejemplo de sus conductas a cuidadores, esto incluye las emociones y respuestas a situaciones que expresan los adultos que cuidan de ellos, por lo que es importante hacer consciencia sobre las conductas de los adultos cuidadores para para influir de manera más asertiva en los niños, niñas y adolescentes. 

Lizeth Ramos también señala que frente a la salud mental es necesario pensar que el estado emocional de los padres influirá, incluso, antes del nacimiento, por ejemplo, en lo que tiene que ver con el deseo emocional de tener el o la hija. A esto, suma Lizeth que es necesario atender también posibles cuadros depresivos de otros adultos que pueden influir en el desarrollo emocional de niños, niñas y adolescentes. teniendo en cuenta que el cuidado es compartido con varios miembros de las familias, como abuelos, tíos o tías, y todos tienen la responsabilidad de formar, educar y acompañar. 

Es claro que si el cuidador está angustiado, triste, preocupado o irritado no va a tener la misma disposición para garantizar la protección efectiva, y existirá riesgos asociados al desarrollo de niños, niñas o adolescentes, que pueden manifestarse, por ejemplo, presentando dificultades para expresar sus emociones y gestionarlas; con inseguridades y falencias para socializar, o también, en otro sentido, la incapacidad de asumir límites, debido a que no han interiorizado normas y valores, lo que se traduce en una baja tolerancia a la frustración o actitudes agresivas. 

¿Qué retos existen para cuidar la salud mental de los padres y madres y/o cuidadores? 

El primer reto es seguir concientizando a la sociedad que la salud mental es una responsabilidad de cuidado colectivo y reconocer la importancia de la salud mental. En este marco, es importante que la familia cuide y ayude a gestionar el cuidado de la salud mental, lo que implica interiorizar la necesidad de buscar espacios que permitan gestionar emociones, en los que los integrantes de la familia se puedan expresar, entenderse desde la diferencia y resolver desde el equilibrio, ello permitirá que, si se llega a tener alguna dificultad o problema, este se gestione de manera adecuada.  El segundo reto es que los y las cuidadores sean conscientes que son merecedores de cuidado, es decir, que ellos y ellas también deben recibir afecto, amor y el apoyo de otras personas. 

Y, finalmente, el tercer reto tiene que ver con el nivel político. Es necesario avanzar en políticas públicas locales, departamentales y nacionales, para impulsar estrategias de salud mental dirigidas a las familias para que no haya barreras de atención y así prevenir y tratar afectaciones en la salud mental. Los Estados deben tener en cuenta que generar acciones que lleguen a todas las familias, nos permitirá como sociedad avanzar para tener espacios de cuidado grupal y cuidado mental. 

 

*Lizeth Ramos: Profesional en Trabajo Social, especialista en derecho de familia con 8 años de experiencia en el área de familia y comunidad, 3 años en coordinación de proyectos sociales y comunitarios, apoyo a programas de primeria infancia y sistema de protección, orientación y gestión de alianzas para atenciones a niños, niñas, adolescentes, jóvenes y sus familias, implementación de procesos de acompañamiento psicosocial basado en enfoque de capacidades y desarrollo humano.