La coyuntura del covid-19 ha abierto la reflexión sobre nuestra sociedad, planteando, a través de este contexto, que somos un eslabón de la vida y no el centro de ella. Este retorno al hogar nos ha involucrado con el juego, los vínculos, los procesos educativos y en espacios que habíamos perdido.
En este artículo abordamos "La familia y el colegio, compartiendo la tarea de educar”, un tema que nos plantea preguntas sobre de qué forma deben acompañar las y los docentes, así como madres y padres, el proceso educativo. Así mismo, el rol que juega el hogar en el aprendizaje y cuáles serían algunas recomendaciones útiles para estos nuevos contextos educativos que se viven en casa.
Pensar el cuidado y autocuidado
Uno de los temas que ha resaltado este contexto, es la importancia del cuidado y del autocuidado, siendo áreas fundamentales en la relación familia y colegio. La importancia que ha cobrado el cuidado y el autocuidado muestra la necesidad de ser capaces de entender el momento que estamos viviendo y se ha convertido en un llamado a construir desde las emociones, desde las subjetividades, tanto en el hogar como en la comunidad, entiendo ambos como espacios de construcción. mutua.
Familia y colegio compartiendo la tarea de educar: ¿qué opinan de regresar a la presencialidad?
Frente a este nuevo escenario se presentan distintas posturas, unas que afirman que la educación debe mantenerse virtual; otras, que resaltan la importancia de volver a la presencialidad y aquellas que proponen un punto medio, que plantea dialogar y construir una reflexión que tenga en cuenta tanto la importancia de evitar riesgos de contagio, como la necesidad de reconocer que la escuela es un espacio de socialización clave para el desarrollo de los niños y las niñas.
Frente a estas posturas el centro de las decisiones debe asegurar el cuidado de los niños y niñas, y tener en cuenta las condiciones de seguridad de los colegios, así como los protocolos para reaccionar a casos de contagio dentro de las instituciones.
Otro elemento a resaltar tiene que ver con las repercusiones que tienen en su vida la virtualidad, pues es fundamental que su proyecto de vida sea una construcción social con sus pares. El regreso a la escuela se debe asumir responsablemente y una de las primeras acciones debe ser informar al niño y la niña sobre los protocolos de cuidado y las rutas de atención en caso de sospecha de contagio.
¿Qué efectos puede tener la virtualidad para el proceso educativo?
Antonio Páez, asesor Pedagógico en Aldeas Infantiles SOS Colombia, comenta que si bien la virtualidad ha sido un escenario para adaptarse al contexto de la pandemia, la presencialidad no debe desaparecer, ya que es un lugar clave en el desarrollo de los niños y niñas. Por eso es importante retomar la presencialidad.
Otro de los impactos positivos que ha tenido este cambio de la modalidad de la educación y de estar en casa, es el tener más tiempo para compartir en el hogar, donde niñas y niños se han relacionado con sus mayores desde escenarios que no habían vivido antes.
Pero también esta virtualidad ha traído dificultad para ellos y ellas, ya que se ha dado un aprendizaje interrumpido, por ejemplo, en los casos en los que no se ha podido acceder a la escuela porque no se cuentan con las condiciones o los aparatos tecnológicos necesarios. Las brechas sociales y digitales han causado deserción escolar, así como un impacto en el cuidado de niñas y niños.
La familia y colegio, compartiendo la tarea de educar en pandemia: recomendaciones
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Brindar información clara y precisa a niñas y niños sobre los protocolos que hay que seguir, así como enfatizar en los motivos positivos para el regreso a las clases presenciales.
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Preguntarles a niñas y niños cómo se sienten, cómo están gestionando sus emociones, así como establecer una perspectiva del cuidado, estableciendo rutinas de comunicación sobre cómo están viviendo el día a día.
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La familia y colegio compartiendo la tarea de educar deben articularse para acompañar y cuidar a niños y niñas. Deben establecer estrategias de comunicación y aprendizaje, donde sea central la responsabilidad del cuidado para movilizar una cultura de cuidado tanto en la familia como en la comunidad.
¿Qué está pasando con las y los profesores?
Las y los profesores han vivido momentos de confusión y estrés, se han visto frente a la pregunta de cómo generar aprendizaje de otra forma, en este contexto es importante no perderles de vista.
También, en este contexto las y los profesores han construido otras maneras de enseñar, y es fundamental que tengan presente el sentido de la educación en este momento, y su papel en el proyecto de ser humano que se está construyendo. Su rol es es clave como un sujeto transformador de la escuela, así como pedagogo que construye relaciones en la vida cotidiana.
A su vez el volver a las clases presenciales, les debe generar a profesoras y profesores grandes interrogantes y en este proceso es indispensable el cuidado de ellos y ellas; así como reflexionar que no podemos concebir a un maestro/a aislado/a, sino uno/a que construye con los niños, niñas y con los padres, no solo desde el protocolo de control, sino desde estas estrategias de comunicación y pedagogía donde se hace comunidad.