Uniendo fuerzas por la niñez
#informe – marzo 12 2020

Uniendo fuerzas por la niñez

El 20 de noviembre, durante la celebración de los 30 años de la Convención de los Derechos del Niño, nació la alianza Joining Forces, entre las organizaciones PLAN International, Save the Children, Terre de Hommes, World Vision y Aldeas Infantiles SOS Internacional, con el objetivo de reconocer a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes como sujetos de derechos.  

Como resultado de esta alianza, el 26 de febrero, se presentó en Colombia el informe “La niñez colombiana a los 30 años de la Convención de Derechos del Niño”, en el que se recopilan y visibilizan los avances y retos del país frente a la garantía de los derechos de la niñez. En el evento, se dieron cita integrantes de las cinco organizaciones, jóvenes líderes de diferentes regiones del país y representantes del Estado.  

El maltrato infantil, la equidad de género, el abuso sexual, la institucionalización, la educación y el reclutamiento infantil fueron identificados, por los jóvenes líderes, como los principales retos para la garantía de los derechos de los niños y niñas.  

 

Retos y más retos, la visión de la infancia

“La institucionalización es uno de los retos más grandes, nosotros comenzamos a perder muchos derechos cuando ingresamos al sistema de protección, por ejemplo, desaparece el interés superior del niño y aparece el interés del defensor”, dijo Sebastián Pérez, estudiante de derecho y representante de Aldeas Infantiles SOS y de la Asociación contra el Maltrato Infantil, para él, el derecho al juego, la educación y la protección se ven vulnerados en diferentes municipios del país.  

Por su parte, Andrés Rodríguez, líder juvenil de Tumaco, expresa su preocupación por el uso de menores en el conflicto armado y los efectos que esto tiene, pues según afirma “la inseguridad se ha apoderado de la mente de los niños, niñas, jóvenes y adolescentes de las zonas rurales porque las escuelas, que deberían ser el segundo hogar de un niño, no son seguras”. El joven señala que muchas de las instituciones educativas de la zona quedan cerca a establecimientos militares lo que genera que estos espacios sean militarizados e indica que “los estudiantes desertan por temor a enfrentamientos o a que las escuelas sean invadidas [usadas] como base militar”. A esta situación, Andrés sumó el riesgo que corren niños, niñas y jóvenes de ser reclutados forzosamente e indicó que esto tiene una relación directa con el mal uso del tiempo libre, “no contamos con espacios donde los niños y jóvenes distraigan su mente y realicen actividades que les ayuden a desarrollar habilidades para contribuir en la construcción de paz; la ausencia de estos espacios, los convierte en presas fáciles para los grupos armados”.  

 

El compromiso del Estado con la infancia   

Para los representantes del Estado los retos se intensifican. A pesar de los esfuerzos, la brecha entre lo urbano y lo rural persiste, así, en materia de protección “tenemos una deuda en términos de visibilizar y promover los derechos de la infancia. La presencia institucional en estos territorios es indispensable” afirmó la representante de la Defensoría del Pueblo Ingrid Rusinque.

De la misma manera, la educación representa otro de los grandes desafíos. Los jóvenes y representantes del Estado perciben que la educación no responde a sus intereses, particularidades y talentos de los niños, niñas, jóvenes y adolescentes, como lo afirmó Andrea Suárez del Ministerio de educación Nacional:“ aún se presentan retos con la educación primaria, básica y media, por esto, debemos volcar la mirada hacia el desarrollo integral del niño y trabajar conjuntamente con el gobierno, estudiantes y familias para movilizar modelos educativos que nos permitan llegar a una educación pertinente, oportuna y eficaz, para que así mismo, los niños sean escuchados y reconocidos en los escenarios educativos”.

A pesar de los avances significativos de la Convención sobre los Derechos del Niño, con programas orientados al desarrollo y protección de los niños y niñas, reformas legislativas y de políticas públicas en materia de derechos de infancia, aún los desafíos persisten. La infancia en Colombia requiere de espacios de participación real en los que sean escuchadas y tenidas en cuenta las opiniones de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, para así implementar acciones que conlleven a la garantía de sus derechos, de ahí la importancia de involucrar las autoridades nacionales y locales para avanzar en este propósito.