Para muchas familias el viaje a Europa fue muy difícil. Fotógrafo: Joris Lugtigheid
Abdullah y su familia han sido deportados de Suecia a Hungría después de un viaje a través de Europa. La prioridad del joven iraquí es encontrar una cura para su hermano menor Ahmad, que sufre de una enfermedad en la sangre.
La enfermedad de Ahmad, un trastorno genético de la sangre llamada thalassemia, jugó un papel importante en la decisión de la familia de salir de Irak en agosto de 2014. Después de la muerte de su padre hace cuatro años, Abdullah asumió el rol de cabeza de familia y decidió emprender un viaje junto a su madre y dos hermanos menores por Europa. Su objetivo era llegar a Suecia, donde vive la hermana mayor de Abdullah, para encontrar una cura para Ahmad, su hermano de 16 años.
“Hay muchas razones de por qué dejamos Irak – La Guerra, la existencia de ISIS – pero la razón más importante fue que era difícil conseguir atención médica para Ahmad.“, dice Abdullah. “Nuestra hermana se casó y se mudó a Suecia, por eso nuestra meta era llegar allá. Al final, no resultó. Fuimos deportados a Hungría en febrero debido a que nuestras huellas dactilares fueron registradas aquí.”
El viaje a Suecia fue largo y significó viajar a través de Turquía, Grecia, Albania, Montenegro, Serbia, Hungría, Austria, Alemania, Dinamarca y finalmente Suecia.
"Fue una decisión muy importante porque una vez que el viaje comenzara, no habría vuelta atrás debido a la enfermedad de Ahmad ", dice Abdullah. "Fue muy difícil decidir qué camino tomar y a quién seguir."
"No sabíamos que el camino sería tan difícil. Tú le das tu dinero a los contrabandistas, confías en ellos, e incluso si es demasiado difícil para ti o tu madre y hermanos, no hay vuelta atrás. Estás en manos de los contrabandistas".
"En Suecia estábamos felices ", Abdullah continúa. Su hermano Mohammad de 11 años de edad fue a la escuela y adquirió buena educación, Ahmad comenzó su tratamiento, y luego, de repente, llegó la deportación.
La familia ahora vive en un campamento abierto para refugiados en Bicske, a unos 30 km al oeste de Budapest. El campamento está lleno. Oficialmente tiene capacidad para 464 personas, pero más de 800 personas están viviendo allí. "Es una situación difícil para la gente de aquí", dice Abdullah. "Pero cuando veo a Marton, estoy feliz. Somos amigos, estoy feliz de ver a la gente de Aldeas Infantiles SOS. Él es mi primer amigo en Hungría. Él es muy positivo y esto nos está ayudando".
Marton Bisztrai, un traductor de Aldeas Infantiles SOS Hungría, modestamente dice que el trabajo con los niños es parte de su trabajo. "Es muy gratificante trabajar aquí porque ayudas a personas a estar mejor."
Aldeas Infantiles SOS Hungría también está trabajando para encontrar una terapia para Ahmad. La Dra. Katalina Berend, una pediatra jubilada que está trabajando con Aldeas Infantiles SOS para proporcionar servicios médicos a los niños refugiados, dice que el tratamiento que Ahmad necesita para mantener su enfermedad bajo control es bastante costoso.
"En resumen, sus glóbulos rojos no viven tanto como deberían. Esto conduce a la insuficiencia de oxígeno en la sangre y el exceso de hierro en el cuerpo. El hierro se almacena en los órganos - en los pulmones, el hígado, etc. Es muy costoso eliminar el hierro; unos 1.600 euros por mes sólo para la medicina. Y esto es sólo una solución temporal para mantener vivo a Ahmad".
Ahmad ha tenido innumerables transfusiones ya. Una de ellas causó hepatitis C. Por suerte, no es demasiado grave por el momento. "La cirugía de trasplante de médula teóricamente podría ayudar al niño", dice el Dr. Berend.