22 voces unidas
– noviembre 10 2016
22 voces unidas en una sola familia
Inició el campamento, y los jóvenes participantes de la Aldea de Ipiales y Floridablaca despertaron con la mejor actitud, música y una decoración muy especial para recibir a sus nuevos hermanos provenientes de Bogotá, Soacha, Ibagué, Cartagena, Quibdó, Tumaco, Riosucio y Cali.
“El campamento es una oportunidad para dar a conocer cómo se vive la participación de los jóvenes en los hogares de mi ciudad, además es un espacio para intercambiar experiencias e ideas para nutrirnos y llevar nuevas propuestas a casa.” Kelly Bayona, 23 años, participante del programa Cartagena – Bolívar.
Durante el campamento, los jóvenes conformaron equipos para representar las cinco provincias santandereanas: Guanentina, Comunera, Soto, Mares y García Rovira. El objetivo era reflejar en cada equipo los valores de pertenencia, conciencia ambiental, respeto, tolerancia, compromiso, y sobre todo solidaridad.
Pasado el primer día, los campistas compartieron las experiencias de participación y liderazgo juvenil de cada región. La riqueza cultural fue sin duda la protagonista principal. La danza, la fotografía y la música fueron medios de expresión y muestras de una generación apropiada de sus intereses, capaz de transmitir al mundo sus ideas de forma original.
Andrés y Duver exponen los mensajes escritos que los niños y niñas de Riosucio enviaron a los campistas.
“Para la juventud es súper importante que las personas oigan lo que nosotros pensamos y sentimos, porque ahora nuestra voz es más que una noticia, es el nuevo camino para la sociedad”. Yamile, 16 años:
Mensaje de los participantes durante las pruebas de equipo en la Mesa de los Santos.
Gracias a las caminatas a ciegas, las carreras de obstáculos, las actividades con las familias de la Aldea y de la comunidad del Reposo en Floridablanca, el significado de la participación cobró mayor fuerza y la familia se convirtió en la vía principal para lograrlo.
De igual forma, el colegio, las redes sociales y los proyectos comunitarios fueron reconocidos como espacios adecuados para lograr cambios a través del liderazgo juvenil.
“Para mi es importante la participación juvenil porque puedo demostrar mis habilidades, y superar mis límites. En mi caso, lo hago desde la familia porque de ahí sale todo lo que un ser humano puede tener. Así que quiero invitarlos a todos a aprovechar y participar en los proyectos que se puedan presentar en la vida.” Afirma Santiago Huertas, de 17 años, participante del programa de Ipiales.
Paola, Mary y Kelly, comparten momentos durante caminata en la Mesa de los Santos.
Te compartimos los mejores momentos aquí.