Paola Rueda, asesora nacional de protección infantil de Aldeas Infantiles SOS Colombia compartió herramientas para este kit de protección para el hogar. Conócelo en esta nueva entrada y encuentra : la ecuación de la protección, tres pasos para proteger a los niños y un mapa del cuidado.
Un entorno que asegure la protección infantil
La primera herramienta que se debe tener presente es la ecuación protectora, que establece que:
Seguridad Física + Seguridad Emocional= Entorno Protector
Primer paso: seguridad física
El primer elemento de la ecuación es la seguridad física, es decir que la vivienda debe estar libre de riesgos y de puntos ciegos, que puedan generar accidentes en el hogar, como: vidrios vencidos, acceso a líquidos peligrosos para la salud, acceso a medicamentos, cables caídos y pelados, enchufes destapados dónde los bebés corran riesgo de introducir los dedos, albercas o baldes con agua dónde los niños/as pequeños puedan ahogarse, acceso a estufas o ventanas abiertas, entre otros.
Los puntos ciegos en una casa indican los espacios en los que se pierde el contacto visual con los niños y niñas y en los que no se logra acompañar sus actividades o el contacto que otras personas dentro de casa tienen con ellos/as.
Se debe tener en cuenta incluso el uso de los teléfonos e internet por parte de los niños y las niñas, porque personas externas pueden entrar en contacto con ellos/as o pueden tener acceso a páginas que con contenido inapropiado o que puedn ser riesgosas para su desarrollo emocional y psicológico.
Una vez realizado el chequeo de estos y otros aspectos que puedan representar riesgos para la seguridad física de los niños y niñas, se deben generar las acciones necesarias para eliminar ese riesgo. ¡Puedes hacer muchas cosas para prevenir el riesgo!
Segundo paso: emociones y mente con resguardo
El segundo paso a tener en cuenta para lograr la protección infantil en el hogar, es la seguridad emocional, que se relaciona con todo aquello que se puede hacer para generar mayor conciencia en el hogar para hacer del lugar que habitamos uno realmente acogedor, tranquilo, en el que haya calidez, es decir, un lugar donde quieres estar y al que quieres llegar siempre.
Para los niños, las niñas y adolescentes ese ambiente acogedor depende de que puedan expresarse de acuerdo a sus edades, que sea un ambiente donde puedan jugar, correr, dibujar, escuchar su música, personalizar sus espacios, dar su opinión, esto sin que se les prohíba ser sencillamente niños/as o vivir su adolescencia.
Esto es imprescindible y más en un momento tan difícil como el de la pandemia, ya que son edades de especial contacto con los demás y de socialización que no están logrando vivir y que inevitablemente les afecta de diversas maneras.
La calidez no solo es cuestión de que la temperatura en casa sea adecuada, es más que eso… Es que en casa los padres, madres y adultos ejerzan activamente la crianza y cuidado de los niños y las niñas; brinden afecto a través del contacto físico (abrazos, cosquillas, caricias), las palabras (de reconocimiento, aprecio por sus pequeños logros, amor, respaldo, ánimo, orientadoras, claras), y las acciones (detalles sutiles que demuestran ese amor o ese cariño, como una nota en la lonchera, un postre favorito, ver juntos los videos de sus youtubers favoritos para comprender sus gustos y realidades, bailar y cantar juntos, celebrar fechas especiales).
Tercer paso: verificar esta guía de acción para garantizar la seguridad de los niños y niñas
-
No se puede perder de vista que en casa es donde muchos niños, niñas y adolescentes sufren violencias y abusos. Por eso te invitamos a tener en cuenta las siguientes recomendaciones: Existe la posibilidad de que un integrante de la familia tenga un comportamiento inapropiado o abusivo hacia los niños y niñas. Entenderlo y ser conscientes de eso, nos permite dar el segundo paso: prevenir.
-
Establecer límites claros en casa de la manera como los adultos pueden y no pueden relacionarse con los niños y las niñas a cargo.
-
Hacer acuerdos para promover la seguridad, respeto y desarrollo de los niños y niñas.
-
Conversar claramente con los niños y niñas acerca de los mecanismos que utilizan los abusadores/as, como es la amenaza acerca de que nadie le va a creer. Dígale claramente a su hijo/a que usted siempre le va a creer, que nunca acepte ese tipo de chantajes.
-
Con niñas y niños más pequeños, explicar el reconocimiento de su cuerpo, diferenciar lo público de lo privado, los límites, el respeto por su cuerpo y el de los demás.
-
Dar instrucciones claras y precisas de situaciones que se pueden presentar y cómo actuar y pedir ayuda.
Activar la protección con nuestro mapa de cuidado
Es importante hacer un mapa de su vivienda, identificar estos y otros riesgos, luego definir cómo van a corregirlos.
Identifique los puntos ciegos y cómo puede hacer un acompañamiento real a su hijo/a.
Ahora, revise con estos elementos si los niños y niñas se sienten emocionalmente seguros. Convérselo con ellos/as, pero también auto-obsérvese como adulto e identifiquen qué están haciendo muy bien y qué podría mejorar.
Aquello que falta por mejorar es dónde se debe poner consciencia y diseñar estrategias para brindar lo mejor de para los niños y niñas.