noviembre 20 2024
A 35 años de la Convención sobre los Derechos del Niño y la Niña ¿Cómo están los derechos de la niñez en Latinoamérica?
El 20 de noviembre de 1989 se aprobó la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño y la Niña, luego de ser ratificada por veinte Estados. Esta Convención marca un hito en la historia de la niñez, ya que reconoce su dignidad, sus derechos iguales e inalienables y el ser sujeto de derechos.
Es así que la CDN (Convención Internacional sobre los Derechos del Niño y la Niña) ha marcado una transformación a los derechos de la infancia, y su comprensión, ya que se fue consolidando un cambio de paradigma que haría que las relaciones entre adultos con niñas, niños y adolescente tuviera una gran renovación. Lo anterior, ya que a partir de esta Convención la infancia deja de caracterizarse como un sujeto carente de madurez, de toma de decisiones o de protección, en su lugar las niñas, niños y adolescentes son reconocidos y comprendidos como sujetos de derechos a quienes se les debe garantizar la protección y que también son tienen agencia para incidir frente a cuestiones que les impacten, lo que significará reconocer sus derechos civiles y políticos.
3 puntos clave para entender la Convención
Le preguntamos a Alejandro Ruíz, Asesor Nacional de Abogacía e Incidencia Política, sobre lo que cambió para la niñez hace 35 años, junto con el mayor reto que ha implicado la aplicación de la Convención y finalmente, el futuro de dicho mecanismo y de qué forma Aldeas Infantiles SOS en Colombia aporta en este sentido.
1. El cambio de paradigma que implicó la convención
Con respecto al primer punto clave, Ruíz señala que Colombia suscribió la Convención de Derechos del Niño y la Niña, y la avaló mediante la Ley 12 de 1991, dicha acción reconoce a cada niña y niño como sujeto de derechos, a quienes se les debe dar garantía de un pleno y armonioso desarrollo que implicará que crezcan en el seno de la familia y de la comunidad, en un ambiente de felicidad, amor comprensión.
Según lo anterior, Alejandro Ruíz añade un compromiso frente a la promoción de los derechos: “esta Convención tiene el objetivo de que todos los derechos humanos se hagan extensivos a todos los niños y niños, desde la comprensión de sus características específicas, y de su desarrollo progresivo, haciendo para ello, un llamado a los gobiernos para que tomen todas las medidas de promoción de los derechos de este importante grupo poblacional, previendo sobre las situaciones de violencia que estos puedan tener y tomando las medidas urgentes e inmediatas para restablecer sus derechos, como grupo poblacional prevalente.”
Igualmente, resalta que esta Convención creó el Comité de Derechos del Niño y la Niña, como el órgano que debe supervisar el cumplimiento de esta Convención a cada uno de los 134 países que la han suscrito; es así, que agrega: “las observaciones de este Comité han servido para que los países mejoremos la legislación frente a la garantía de los derechos de las niñas y niños, ya que son un instrumento de incidencia para lograr una mejor protección.”
2. Los retos para la implementación de la Convención
Alejandro Ruíz explica que el mayor reto frente a la aplicación de la Convención en nuestro país, es la falta de recursos financieros, técnicos y humanos para que la universalidad de los derechos en ella plasmados, se hagan realidad y añade que el contexto de vulnerabilidad para la niñez responde a desnutrición, falta de acceso a servicios de primera necesidad, como el agua, y falta de cobertura en salud y educación, “este contexto expone a niños y niñas a situaciones de vulneraciones de derechos, más en un país como el nuestro, en el cual hay presencia de grupos dedicados al narcotráfico y a la delincuencia se relaciona con problemáticas como el reclutamiento infantil a menores de edad, provenientes de familias en situaciones de vulnerabilidad y pobreza”. Estas situaciones, según Alejandro Ruíz, evidencian la falta de intención política, una que no visibiliza ni dimensiona el peligro al que se exponen los niños y niñas al no garantizarles sus derechos.
3. El futuro de la Convención
Frente al futuro de la Convención Alejandro Ruíz proyecta dos escenarios posibles: el primero, un escenario deseable en el que se dé un mejoramiento de la calidad de vida de las niñas y niños, porque la sociedad les visibiliza como sujetos de derechos, al igual que el Estado. De esta manera, se podrá sembrar una cultura de protección de los derechos de ellos y ellas, invirtiendo recursos para la universalización y garantía de estos derechos prevalentes. Esto además, porque el Comité de Derechos del Niño, a través de sus observaciones ha contribuido a mejorar las leyes y medidas para prevenir la violencia contra los niños.
El segundo escenario, el que no deseable es la ausencia de inversión, o la disminución de la inversión en la garantía de los derechos de los niños, pues esto llevará a más deserción escolar, menos cultura y educación, más pobreza, más embarazo adolescente, más reclutamiento de ellos y ellas por parte de los grupos ilegales y, por supuesto, una sociedad vulnerable y atravesada por desigualdades. En palabras de Alejandro: “si no se atienden las necesidades y derechos de la niñez no puede haber un futuro armónico para el desarrollo ideal de los niños, niñas y adolescentes. Lo anterior, relacionado con las altas cifras de vulneración de derechos que hoy acompañan al país, una situación que se presenta hace más de una década”.
Es así que, para promover un escenario deseable, debemos comenzar por fortalecer a las familias, erradicando todo tipo de violencia contra las niñas y niños, garantizando sus derechos y sobre todo, tratándolos con amor y respeto.
¿Qué ha pasado a 35 años de la Convención sobre los Derechos del Niño y la Niña?
Coyunturas cambiantes con respecto a la situación de los derechos de niñas y niños
A 25 años de la Convención
Al cumplirse 25 años de la Convención sobre los Derechos del niño y la Niña en Latinoamérica hemos notado logros hacia el cumplimiento de este marco normativo y jurídico internacional, dentro de los progresos en la región han sido evidentes los relacionados con el derecho a la salud, a la educación, a la vida, a un nivel de vida digna, a la alimentación y a la seguridad social.
Los retos que se hicieron evidentes una vez la convención cumplió 25 años fue la permanencia dentro del sistema educativo, la maternidad adolescente y la exposición a la violencia. Igualmente, era una realidad la brecha de cumplimiento de derechos de niños, niñas y adolescentes en hogares en situación de vulnerabilidad, en zonas rurales o que integraras minorías étnica.
A 30 años de la Convención
Cuando la Convención sumó cinco años más de tiempo, los avances en la región continuaban, en materia de acceso a servicios educativos, de salud y de cuidado, sin embargo, seguían vacíos y, deudas importantes en las dimensiones como la universalización de la educación primaria, los niveles de aprendizaje, la calidad de los servicios educativos, de salud y de cuidado. Otras realidades preocupantes que seguían en la región era la maternidad adolescente, la violencia y las brechas en la garantía de los derechos según condiciones étnicas, raciales, género, lugar de residencia y clase social.
A 35 años de la Convención
En estos últimos cinco años el panorama ha cambiado con respecto a los períodos anteriores, debido a la coyuntura que representó la pandemia de COVID-19, que trastocaría los avances de la región, que impacto en el deterioro de los indicadores. Si bien en el 2024, a 35 años de la convención se han presentado avances, o se superó el impacto negativo, otros aspectos aún presentan un recrudecimiento como la pobreza infantil y la pobreza infantil extrema.
Panorama a 35 años de la Convención
Actualmente en Latinoamérica continúan desigualdades profundas y estructurales, ello en razones de desigualdades de género, que impactan por ejemplo en la brecha de participación laboral de las mujeres que afecta a niños, niñas y adolescentes, teniendo en cuenta el impacto que tiene la jefatura femenina en la región donde hay una tasa alta de familias monoparentales. Una segunda desigualdad estructural se relaciona con la sobrerrepresentación de la niñez en los indicadores de pobreza y de pobreza extrema, que significará un sesgo etario que impacta negativamente a la infancia.
Logros en Latinoamérica a 35 años de la Convención
A 35 años de la Convención la región de Latinoamérica tiene logros en materia de:
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Cobertura a la educación, ya que la tasa de matrícula ha aumentado de forma sostenida, tanto en nivel preescolar como en primaria, secundaria y terciaria.
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Cobertura de servicios de cuidado para la infancia, aquello a través de servicios de desarrollo infantil temprano, como los casos exitosos de Crece Contigo y los centros JUNJI (Junta Nacional de Jardines Infantiles) en Chile, el programa Cuna Más en Perú y los CAIF (Centros de Atención a la Infancia y la Familia) en Uruguay.
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Frente al derecho a la salud, hubo una reducción de la mortalidad infantil, que se relaciona con una mejor nutrición, inmunización y un mayor acceso a tratamientos médicos.
Retos Latinoamérica a 35 años de la Convención
A 35 años de la Convención la región de Latinoamérica tiene retos en materia de:
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Desafíos educativos en las pruebas PISA y las pruebas TERCE, estos exámenes evidencian retrocesos y estancamientos en varios países latinoamericanos, además, los resultados tienen como variables el nivel socioeconómico y el tipo de educación pública o privada.
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La pandemia también recrudeció el panorama de la salud mental de niñas, niños y adolescentes, lo que hace fundamental el diseño de políticas públicas para la prevención y atención de los trastornos mentales y suicidio.
Aldeas Infantiles SOS es una ONG con presencia en 138 países y territorios. En Colombia trabaja en varias regiones del país donde brinda apoyo e impulsa los proyectos de vida en niñas, niños, adolescentes y jóvenes; así mismo fortalece las capacidades de cuidado, protección y crianza de familias en situaciones de vulnerabilidad.