octubre 11 2024
“Yo no quería casarme, quería seguir estudiando”, la historia de Francy y el matrimonio infantil
Francy* es una joven de 25 años, líder comunitaria en Riohacha, La Guajira, que ha hecho de su historia personal una fuerza imparable para el cambio para las niñas y mujeres de su comunidad. Así recuerda cómo comenzó todo y cómo se convirtió en la mujer que es hoy.
“Mi familia me arregló mi matrimonio; un matrimonio infantil”, dice Francy*. Tenía apenas 13 años cuando su familia organizó su matrimonio con un hombre 6 años mayor; Sobre esto recuerda: “Fue horrible. Me entregaron a una persona que no sabía quién era. Y como no tenía el conocimiento que tengo hoy en día, entonces veía eso normal, lo normalizaba”.
Por cosas del destino y de los azares de la vida, el que era su esposo perdió la vida en un accidente de tránsito y ella, sin haber alcanzado la mayoría de edad, quedó “viuda”, por lo que su familia organizó un segundo matrimonio, pues eso significaba un nuevo “dote”. Así fue como Francy* se tuvo que enfrentar, de nuevo, a un matrimonio arreglado.
A la luz de su vida adulta, de haber vivido dos matrimonios infantiles y arreglados, como madre, líder comunitaria y participante de los proyectos de Aldeas Infantiles SOS, reflexiona sobre lo sucedido y asegura con total convicción: “Hay tanta violencia y tanto abuso: el primero de ellos fue el matrimonio infantil, casar a una menor de edad, sin su consentimiento, con un hombre mayor, ese fue el primer abuso. El segundo, fue que mi familia me vendió sin importar lo que yo pensaba. Yo no quería casarme, yo quería seguir estudiando, quería conocer, quería ir al parque, hacer los que hacen los jóvenes; nunca lo pude hacer porque mi familia me arregló mi matrimonio”, confiesa con el dolor que aún siente su corazón.
“Lucho para que otras niñas no pasen por lo que viví”, Francy*
El caso de Francy no es un hecho aislado, sino es uno de tantos casos que día a día se replican en el mundo entero a causa del matrimonio infantil, si bien la historia de Francy nos demuestra el poder de una gran determinación y de un liderazgo transformador, uno que la ha convertido en una líder comunitaria que lucha para que ninguna niña en su comunidad tenga que vivir lo que ella pasó, también es una historia que nos acerca a la urgencia por visibilizar y transformar un problemática tan sistemática, como es el matrimonio infantil.
Y es que Francy* tiene una misión clara: romper el ciclo de abusos que representa el matrimonio infantil en su comunidad. Para ello realiza encuentros con las mujeres para compartir lo que ella misma aprendió y fortaleció sobre derechos de la infancia, violencias basadas en género –VBG-, protección infantil y empoderamiento femenino en los espacios integrales de Aldeas Infantiles SOS como agente comunitaria.
Y acompaña a las familias a través de la escucha y la orientación. Recuerda un caso en particular que tocó profundamente su corazón: una niña de 13 años iba a ser casada con un hombre de 48. Francy hizo todo lo que estuvo a su alcance y habló con la familia para sensibilizarlos sobre el matrimonio infantil. "Detecté ese caso porque me preparé. Por eso hago esta labor, para que las demás personas lo vean y cambien. Esto perjudica la vida de las niñas, como me perjudicaron la mía", dice con total convicción.
Un llamado al cambio: NO al matrimonio infantil
"Hoy le digo a todas esas personas que los tiempos han cambiado, y sé que cada uno tenemos nuestras culturas, pero cambiemos esas culturas porque hacemos daño. En aquel entonces mis derechos fueron vulnerados, nadie me preguntó: quieres esto o no lo quieres”, expresa Francy con un llamado lleno de esperanza.
Quiere que el mensaje llegue a todas las personas: “Si no me hubieran arreglado el matrimonio, quizá hoy en día yo sería otra persona: una enfermera o una gran trabajadora social, porque a mí me gusta eso. Yo digo “no le vulneremos los derechos a nadie”, afirma con la fuerte esperanza de que las generaciones futuras no tendrán que repetir su historia.
Francy sigue hablando con las familias de su comunidad, concientizándolas de que el matrimonio infantil es una forma de explotación y trata de personas, tal y como ella lo describe. Sabe que su labor puede impactar vidas y lo hace con fuerza y convicción. "Yo les digo que se pongan la mano en el corazón y se den cuenta que arreglar un matrimonio no es bueno. Diciendo que le están buscando a uno un mejor futuro, pero realmente están dañando nuestro futuro y dañando nuestra infancia y juventud", concluye Francy*.
Aldeas Infantiles SOS es una ONG internacional comprometida por los derechos de la niñez, la adolescencia, la juventud y las familias.
¡Pero sin la ayuda de donantes, aliados y empresas no podemos lograrlo!
*Los nombres han sido cambiados por protección.